SIN FUMAR
Recuerdo un día en el que llevaba tres años sin fumar... Entonces, ¿por qué sabía que tenía un paquete de tabaco en el segundo cajón empezando por arriba de la parte izquierda de la mesa de mi habitación, debajo de unos guantes que compré cuando hacía pesas?
Hubo una época en que era antitabaco. Le escondía el tabaco a mi padre, me molestaba el humo del tabaco a diez metros de distancia, hacía algunos discursos basados en datos científicos en los que hablaba de flemas, cánulas en la garganta, pulmones negros y atrofiados, etc. Creo que la repulsión al tabaco empezó cuando de pequeño había intentado fumarme una colilla medio consumida que me encontré por la calle( juventud, divino tesoro, ingenuidad, curiosidad, "estupidad", digooo estupidez)... Llegué echando los pulmones por la boca a la barra de un bar y murmuré "¡Agua, agua!". El camarero, con cara de sorpresa, no sabía que acababa de ver a una persona que odiaría el tabaco hasta el día que...bueno, hasta el día en que empezaría a gorrear a propios y extraños ¿Por qué empecé? ¿Por mimetismo, por ingenuidad, curiosidad, etc? Supongo que por curiosidad, por el placer de gorrear sencillamente... En fin, algo gratis siempre se disfruta más, aunque esta filosofía no parecía consolar a mis amistades... Un fin de año me sugirieron que podría corresponder a sus generosos gestos de una vez por todas, o mejor dicho "joer, macho, a ver si compras tú tabaco y nos invitas a nosotros de una puta vez"... ¡Qué dolor, qué vergüenza me invadía! Mis propios amigos me restregaban por la cara mi condición de gorrón... Bueno, lo que hice en esa fiesta fue comprar un paquete de tabaco negro, con lo cual mis amigos, aficionados al rubio, no me gorrearon mucho y me lo fumé casi todo yo... Que conste que yo les ofrecí, ¿eh? Esta anécdota me resultaría más graciosa si no me hubiera dado después un ataque de asma fenomenal... ¡Jamás unos bronquios y pulmones tan poderosos (resistían un largo de piscina buceando, no está mal…de hecho, creo que aún lo aguantan, pero hace tiempo que no lo intento) pasaron de tanto a tan poco.
Boquear como un pez fuera del agua me hizo reflexionar, pero no mucho, ya que después empecé a comprar tabaco regularmente, aunque me dediqué al de liar, debido a la influencia de un tío mío al que no culpo de nada, que conste en acta. Las ventajas de este tipo de tabaco son muchas: es más barato, es más creativo, fumas menos (porque a veces por no hacer el esfuerzo de liarlo no fumas), tiene menos productos químicos, haces más amistades (hay personas que van por el mundo preguntando "¿Tienes papel?", y así puedes hacer amigos... por cierto, una vez alguien me pidió papel y yo le di una tarjeta de Metro porque pensé que lo quería para escribir algo), y como característica definitiva, ciertos tabacos de liar tienen un olor agradable incluso para los no fumadores, por lo menos mientras se quema, ya que lo que queda al final, la colilla, el olor en la ropa, la boca, etc., es asqueroso sea cual sea el tabaco. En fin, todo lo que digo a favor de esta adicción son excusas, porque sigue siendo perjudicial para la salud, puede matar, y todo eso, así que quizá escribo esto para no entretener los dedos liando tabaco, o quizá lo hago por admiración a los que nunca han fumado nada, o tal vez para pinchar a los que fuman y quieren dejarlo... Imagina el paquete, del que sacas un cigarrillo... lo hueles antes de encenderlo... ¡oooh!, sacas un mechero (una cerilla o cualquier otro sistema para crear la combustión necesaria), lo enciendes, lo acercas a la punta del cigarro... Aspiras... bueno, bueno, bueno, la primera calada siempre es la mejor...¡ ah, que placer!
¿Pero qué hago, por qué esa crueldad, por qué me torturo? Quizá sería mejor un sistema de lavado de cerebro, y escribir mil veces "Nunca más fumaré", o usar parches, o chicles, o hacer yoga, tai-chí, o algo parecido para dejar de fumar... Porque la excusa de que "el trabajo también mata y no lo prohíben" para justificar una adicción no vale, o decir "sólo fumo en ocasiones especiales"... En fin, siempre hay algo que celebrar, así que no cuela... "Vaya, hoy es mi no-cumpleaños...venga, un cigarrillo!".
Es cierto que el tabaco es una reconocida manera de conocer personas, de dar un primer paso para ligar, pero es triste pensar que para ligar con alguien hace falta aumentar las probabilidades de pillar un cáncer,¿verdad? Una de las premisas más tristes de la vida en pareja es que normalmente no sólo te acostumbras a las malas costumbres de tu pareja, si no que a veces incluso las adoptas...aunque lo bueno cuesta más que se pegue, curiosamente; y el tabaco es una de esas pegadizas malas costumbres. Creo que una persona allegada acentuó en mí la afición al fumeteo, aunque reconozco que no lo hizo voluntariamente... En fin, nunca me han puesto una pistola en la cabeza para fumar, por muy adictivo que sea el tabaco.
Ahora me doy cuenta de que esto podría ser una declaración de principios, una confesión, que una vez compartida con todos vosotros me ayudará a superar esos momentos de mono que nos dan a los drogadictos de la nicotina, porque eso es lo que somos, drogadictos, reconozcámoslo al menos, seamos honestos con nosotros mismos, y gritemos al mundo que por mucho que les cueste creerlo a los no fumadores, el humo tiene sabor, los pulmones llenos de humo son ensayos de la muerte a menudo agradables (como el orgasmo al que los franceses llaman "la pequeña muerte", o como las multas de tráfico, las madrugadas camino de casa hechos polvo después de una jarana brutal, tener hijos, no tenerlos, y tantas cosas que son la sal de la vida hasta que un médico sonriente nos las prohíbe)...¡vivan las preocupaciones, las obligaciones, los placeres y los vicios!
Vaya, me parece que esta declaración no ha salido exactamente como pensaba... Voy a reflexionar sobre ello fumándome un cigarrillo.
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