"Un cafe por favor", todo lo que pedi... Recordando aquella noche de descepcion y melancolia que sucedio cuando deje de ver esos ojos negros que cubrian la mirada. En un cafe la conoci, estuve aquella noche en una filosofia amorosa, algo completamente absurdo, y todo sucedio. La pude ver, se sento a mi lado, vacilante por mi nombre. Creia que era un artista, alguien enmascardo, alguien indiferente. Pero no fue asi, fue algo que jamas olvidare por lo mucho que me cueste. Maldito sea mi cafe, maldita sea esa historia que hizo ese amor mas doloroso y mas fuerte, maldita sean todas esas ventajas que tuve al amarla mas, y todas esas fotos que capturamos en el cafe por un amor caprichoso, un amor que nunca se "acabaria". Pero, el tiempo lo determina todo, y ella me tuvo que dejar, de la forma mas cruel, dejo de darle comida a esta pobre alma que nunca emprendio un alto vuelo, esta alma que a su espera esta, con las puertas abiertas, y las señales escritas. La extrañare, no por su forma de ser, por su forma de amar, sino porque fue la unica compañera, el amor caprichoso que se fue, como yo nunca lo espere. Bueno este mundo gira, todo el dia los 365 dias del año, y yo sigo aqui en frente de este cafe, de esta mesa, viendo esa foto que trae unos momentos muy viciosos, que me hacen recordar lo triste que fue vivir con ella. Ahora estoy mas tranquilo, viviendo en señal de sus pasos agitados, bebiendo en este cafe de ilusiones, bebiendo en el bar de las desdichas, esta bebida negra que tanto me hace recordar, el agrio recuerdo de un ave volar, de un amor saliendo por esa puerta, al fondo, cerca de la puerta donde entran mis esperanzas, donde solo ella pudo cruzar. Y que decir cuando se fue. Dejo una carta con unas palabras que fueron un millon cuando se marcho, decia que me amaba, pero que era imposible volver a oirla. Yo la mire en este papel, y me dije a mi mismo, algun paso habre hecho mal, ¿pise la mina incorrecta? Nunca lo pude saber, ni tampoco me intereso saberlo, porque estuve sedado bajo esa cafeina que me dejaba inconciente durante varios minutos. Y te fuiste, como esa rafaga de viento, emprendiste vuelo alto como el ave, y jamas te volvi a ver. Pero ahora puedo recordar algo que jamas quise volver abrir, no es una herida pequeña, ni una ulcera bastante profunda, pero dejaste una huella en mi corazon.
Ahora, seguire viviendo en este mundo, y deseando que con la persona que me pueda encontrar En el cafe... seas Tú