| Mi furia dormida se alza al clamor,De mi alma vacía, de amargo rencor.
 Tu dicha, cual sol, me quema el pudor,
 De un ser despojado, sin fe ni color.
 
 Mas la paz que buscabas, ya no ha de llegar,
 Mi ser se transmuta, aprende a maquinar.
 La venganza germina, no habrá dónde escapar,
 A ti mi desdicha, te haré pagar.
 
 No viste el tesoro que en mí florecía,
 Mi amor, mi entrega, tu alma despreciaba.
 Hoy clama mi espíritu, que en sombras se guía,
 La venganza te espera, mi fiel condena.
 
 Así que ríete, hoy, que el sol te ilumina,
 Verás mis laureles, tu risa se inclina.
 De sangre tus ojos, mi sed se confina,
 Y tú implorarás, con voz que se arruina.
 Piedad por el ser que tu alma mató,
 Pues solo en la ruina mi yo renació.                       NTG.
 
 |