Aquellas flores que viajan, no saben que al desterrarse pagando con su vida la tierra salan como algún beso al desprenderse... Que llegan y luego marchan para clamar más penas en el cielo, sin saber que aquáticas ansias, pregonan por sus ojos. (máquinas de ensueño)
Texto agregado el 02-01-2004, y leído por 155 visitantes. (0 votos)