Tengo arriba una roca grande y no puedo moverme, porque esa roca soy yo. Y esa roca asustada me observa turbada, y no puede ver nada en su alma cuadrada, ya que abajo no hay nada. Jamas la he visto, quizas no existe, solo se que es pesada. Y aun no cae.
Texto agregado el 02-01-2004, y leído por 155 visitantes. (1 voto)