Hoy como un susurro me llega el recuerdo del por qué me amaste. Me ha iluminado e invadido un sentimiento. Lo tenìas todo en la vida, eso creías, pero llegué un dia cualquiera, nos cruzamos en realidad, me instalé en tu vida, no porque lo hubiera decidido, sino porque fué imposible desterrarme de tus días. Me extrañó que mis manos temblaran, y mi corazón saltara sin mi consentimiento, algo raro sucedía. Sentì un hondo deseo de cuidarte, de sanar tus heridas. Quizás soy de esas personas que no puede negarse ante un hombre que vive con carencias y si que las tenías. El beso fácil, el amor superficial, el engaño, la falta de confianza. Jamás lo entendiste, y lo atesoraste en tu vida, no te habìa tocado antes, que una mujer no quisiera provocarte, ni tratara de arañarte, ni dejarte sin noche entre tus sábanas. Solo quise arruyarte, besar tus párpados, limpiarte, dejarte cada día una dulce nota en tu ordenador, un hasta mañana, que tengas un buen dia amor.
Cuando te sentí tranquilo, con tus brazos abiertos, con candor, en paz, confiado... nació la locura, me miraste a los ojos, me clavaste las pupilas, con fuerza por mi espalda me recorrió tu energía, me hice mujer dichosa, me descubriste, me dejaste en evidencia, lo que tenìa guardado era tan inmenzo, tan fuerte que hasta mi me sorprendía, seguiste indagando y seguiste encontranto, me regalaste tu experiencia, tus secretos de como tomar con maestría a una mujer, me dislocaste y me sacaste de mis tranquilos días. Me hiciste mujer jóven, me hiciste radiante, mi piel brillaba, mi pelo màs largo, màs lacio, más perfumado, mis curvas se acentuaron, mis pechos erguidos, y fuì 10 años más joven y tu 10 años más viejo, más maduro. Tuvimos la mezcla perfecta de ternura, complicidad y locura. Mira las locuras que me haces hacer por ti, y yo solo sonreía, si supieras las locuras que he hecho yo por ti, te reirías. Todos los inventos fueron pocos para maravillarnos cada dia. Me regalaste españa entera, madrid y sus noches, barcelona, sus secretos y el conjunto maravilloso de encajes negro; y yo desde aquì santiago entero, la vista desde el sheraton, el cerro san cristóbal y la cordillera.
Nada es fácil, ni sencillo, ambos luchamos tambien por nuestras vidas, por aprender y encausar cada uno en su lugar, por tratar de hacer lo correcto y el renunciar al amor de la vida, no es una decisión fácil y hacerlo bien, contentos porque de una forma u otra nos teníamos de buena manera. Fueron muchos motivos por lo que me amaste, y porque además fuí hermosa para ti cada día, radiante y te di solo lo mejor.
No se como terminar esta vez de una buena forma, sin que sea triste. Mejor lo dejo hasta aquí, los que me conocen me entenderán. Que alguien proponga un final a este relato, que no es cuento, ni poema...... |