©LA OSCURA SÁBANA DE MIS SUEÑOS ROTOS
©luisangel_cm@hotmail.com
(Tacna-Perú)
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ACLARACIÓN:
Un solo verso bien logrado en un poema,
justifica todo el poema de por sí,
espero que haya aquí alguno que lo logre.
No me gustaría pensar que aquella noche,
no sirvió de nada.
Se lo dediqué a una chica,
que no me creyó.
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Sé que hoy soñaré contigo, que envolveré tu pecho de almohada en esta noche,
y besaré la suave llanura de tu piel ceniza.
Sábana tenue que hoy me cubre, en este sueño sin sentido y sin ti.
Proterva cama o abadía de sueños impuros. Que en un altar del duro colchón, tu cuerpo entreveo.
En cada espacio de estas cuatro esquinas te deseo, no importando el orden, cuando la salga la luz y muera esta niebla.
Bajo este techo de memorias, perdido en tus ojos ambarinos y párpados oscuros.
Hoy te desnudo a la distancia, porque tan lejana vas vestida con la noche.
Nuestras ropas caídas son las manchas sin piedad, la pausa infinita de esta locura.
Vuelan serenos, no en el cielo claro o en este mar oscuro, vuelan...
El aroma y tus cabellos que rozan la piel dormida, que avivan mil suplencias en mi mente.
Desde esta, la imaginaria percepción de mis sueños, tu voz cae y se pierde en el vacío de un grito profundo e irreal.
Porque eres tú aquella, que me dice que ya morirá la niebla, el deseo y tu piel ceniza. En esta mi cama, mi colchón, la sábana y la almohada.
¿Tu alma? No siendo necesaria, eres perfecta o es que así te quiero.
Tanto recorrido, falsos sentimientos y años esperando...
Y en un sueño, en esta noche sin estrellas ¿tú me pides amor?
Tocarte, tocarte me haría despertar, el amanecer es invencible y yo aún sin tocarte.
Lozana, te iluminan mis ojos. Contenida, bañada en absurda pasión. Solos...
Amalgamados en este último manto, con tu voz en suspiros, prisionera de mi calor. Explorando tu cuello, coqueta enredadera con los labios tibios y jugosos.
Al final no pude, me arriesgué. Te he tocado, y ahora amanece de tu vientre, nuestro amor lleno.
Pude escribirlo. Estas palabras, que son las pruebas innegables de lo dicho, nacieron al morir la niebla con la luz de la alborada.
Fue real, lo nuestro en un sueño fue real, éramos los dos envueltos en el mismo deseo sincero e infiel.
Sé que hoy soñaré contigo.
Volverás siempre al terminar los mismos versos en mi cama. Llorando enamorado tu regreso. Nuestra infinita y pausada locura
Cuando cerremos nuestros párpados e insomnes,
despertemos en este, nuestro corto paraíso de pasión.
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