Traducción de Fragmentos de las Memorias de Troncho Wacka

“El que no respeta el bosque no merece la muerte. Merece la muerte tras una buena tortura, una de esas que hace que se te salten las lágrimas mientras te
quedas ronco de tanto gritar por el dolor que te produce la susodicha tortura”.
Arbusto Wacka.

¡Ya era hora de que escribiera mis memorias, vive Bosque!. Supongo que no hay
necesidad, pero por si acaso, es mi obligación recordar (por lo menos a las
nuevas generaciones) que Arbusto Wacka, mi padre, fue uno de los más grandes
pensadores de nuestro pueblo en los últimos siglos. A mis 200 años, como gnomo
venerable (eso dicen algunos que soy, no es que lo diga yo, no vayan a pensar
que soy un engreído), puedo asegurarlo. No sólo tuve la oportunidad de disfrutar
de su modo de ver la vida del Bosque, también recibí unas cuantas de sus memorables palizas, sin las cuales no hubiera llegado a ser tan grande e importante como soy... Está claro que soy partidario del refrán “La letra, al rojo vivo entra”.

¡Hermanos y hermanas, tíos y tías, gente del mundo gnomo en general!...Estas
memorias son una llamada a la cordura, a la necesidad de unirnos para luchar
contra los enemigos del bosque. No es suficiente conocer los secretos del
subterfugio, del escondite, de la Huída Silenciosa Que Se Hace Tirando Una
Piedra En Dirección Contraria (enseñanza de Rastrojo Papamoscas)... Debemos afrontar la realidad, porque sabemos cuál es el origen de los males de Bosque: ¡Los Jacintos! Desde luego, su especie original auguraba una terrible evolución hace milenios. Sus antepasados, los Urgh, ya eran terribles, pero su capacidad de destrucción empeora gradualmente cuánto más nos acercamos a la especie jacinta. ¿Quién de vosotros podría olvidar el episodio que dió a conocer el último eslabón surgido de los Urgh, los denominados Jacintos? En la gloria esté mi padre, mientras aquí presento los reveladores párrafos de su inacabada obra: “De los Urgh, los Jacintos y la madre que los parió”:

“... Últimamente he descubierto algo de los Urgh que me anima a defender la Teoría de la Jacintación, según la cual todos los datos recogidos sobre la especie Urgh (hace miles de años desde el último encuentro directo con uno de sus ejemplares) han quedado muy atrás. Cientos de investigaciones apuntan hacia la especie Jacinto como origen de muchos de los males que envilecen a nuestro Bosque. Desde el contacto de la semana pasada, en el que se pudo escuchar Una Voz De Trueno bramando “¡Jacinto,Jacinto!”, con el consecuente temblor de tierra y la desgraciada destrucción de casas seta en el sector Frambuesa que aconteció, no cabe duda de que nos enfrentamos a una amenaza más terrible de la que rememoran los antiguos textos sobre los Urgh, entre otras cosas porque antes iban descalzos, ahora parece ser que revisten sus pezuñas con derivados del caucho, muy peligrosos y duros... A pesar de todo, hay resquicios de esperanza para suponer que los Jacintos son algo cercano a bestias salvajes que pueden aportar algo positivo al Bosque. Su gran tamaño hace suponer una gran capacidad de guanismo (mierdismo), que podría representar un bien para todos nosotros, y sobre todo para...”

Mis ojos se llenan de amargas lágrimas cada vez que leo las últimas palabras de mi padre, escritas segundos antes de ser aplastado por la enorme masa de mierda que provenía de un gran Jacinto... Mi padre murió, pero su seta creció más que ninguna que haya conocido... ¡Qué paradojas de la vida!... Quizá parezca el espíritu de venganza de un hijo, pero no lo es. Sé que hablo en nombre de muchos si ahora mismo, mientras escribo estas palabras, juro solemnemente sobre La Gran Semilla De Girasol del escudo heráldico de mi familia (y uno de los símbolos más importantes de los Gnomos Del Bosque ) que no descansaré (y no dejaré descansar a nadie) hasta que todos los Jacintos sean expulsados para siempre de nuestro mundo.