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Inicio / Cuenteros Locales / ofoperez / Epa IV parte

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El partido continua sin novedades, las faltas, patadas y rasguños están a la orden del día lo que hace lento el partido, llega el minuto cuarenta y cinco el empate se ve próximo parece que los doce pasos serán la única salida a la decisión del campeón de este año, pero de un momento a otro, Epa hace una finta dejando a tres jugadores casi sin cadera, se cuela en el área, Viafara viene a cerrarle el paso y le tapa las opciones, pero Epa se para en el balón y gira sobre el jalándolo con el tacón, lo que lo deja limpio frente a la cancha se acerca a ella pero en ese momento recuerda su problema y se abstiene de patear el esférico, pues se dice a si mismo “ mi midmo si pateo ed badon a da fija me voy a come ed gol” y levanto la mirada buscando la entrada del cojo Arriaga pero no llegaba.

Epa busco en el área algún compañero y mientras hacia eso sintió el “patadón” tan tremendo que le metió Viafara en busca de evitar la anotación, fue tan dura la patada que los pies de Epa se levantaron como a dos metros de altura y mientras él caía el estadio se fue silenciando, a tal punto que todos escucharon el pitazo del “cacharrito” Ruiz que es el único arbitro capaz de pitar un penal en el minuto 46 de una final de fútbol con partido empatado; todos en el estadio gritaron de emoción, los jugadores del América hicieron los reclamos correspondientes lo que a la larga dejo tres expulsados, al fin Epa se pudo poner en pie, el estadio vibra de emoción sus compañeros le alcanzan el esférico y le dicen que patee él, el penalti.

“eche no joa como me van a pone a mi a patea si yo tedmino botando esa cosa pod encima el etadio”, ellos por su parte lo tranquilizaron el técnico le dio su aprobación y Epa se fue a cobrar el penalti, ya Corría el minuto cuarenta y nueve y la emoción se sentía en el aire. El publico estaba silenciado, Viafara saltaba de un lado a otro, Epa acomodaba el balón y sus compañeros se abrazaban mientras el negro Edgar Perea gritaba hasta reventar su garganta, por que ese si era el Júnior que él conocía.

Epa toma el impulso, mira a Viafara, comienza a correr y con su trote desbaratado se va acercando al balón, observa la cara de asombro en el público y a medida que se acerca al balón, ve un par de puntos rojos exactamente detrás de la portería de Viafara, lo que le llama profundamente la atención, a tal punto que Epa se enreda y empieza a caerse, en ese instante ve que detrás de los puntos rojos que no son otra cosa que guantes de boxeo esta su padre con el ceño fruncido, mirándolo iracundo y amenazándolo con una golpiza como lo hacia tiempo atrás, Epa en su viaje directo al piso alcanza a patear el balón y este empieza a elevarse mientras todos le siguen con la mirada, Epa tan solo se puede concentrar en su padre amenazante, los compañeros de Epa se abrazan muy fuerte al punto que se sentían ahogar, el publico no sabe que hacer y tan solo observan, Viafara ve como “la pecosa” se eleva y se va convirtiendo poco a poco en un punto en el cielo, el balón sube y sube durando unos cuatro capítulos subiendo.

Cuando el balón comienza a descender todos le miran expectantes, el publico mira en silencio, los compañeros se abrazan a reventar, Viafara sigue con la mirada el trayecto del esférico, Epa observa a su padre y se imagina que pasará con él al encontrarlo frente a frente, Viafara que alguna vez había sido beisbolista acomoda sus manos y se dice “esta la cojo de fly” pero como el disparo lo había hecho Epa nadie sabia que pasaba con la trayectoria de esos balones así que cuatro capítulos después cuando el balón estaba a tres metros de la portería, todos pensaban que Viafara atraparía el balón, pero este comenzó a dar giros extraños como todos los disparos que Epa hacia, Viafara trataba de seguir la línea que llevaba el balón pero no había forma de comprender este movimiento, al llegar a un metro de distancia el balón hizo un ultimo giro y se coló en la red, nadie lo podía creer, el negro Perea se desmayo y no pudo seguir narrando, todos en el estadio empezaron a celebrar Epa desde el suelo no sabia que hacer con su padre, Viafara se arrodilla a llorar mientras todos los jugadores americanos se abrazan y buscan intercambiar camisetas, el publico salta en las tribunas hasta que estas ceden, cayendo parte de la tribuna, lo que no impidió que se formaran los ríos urbanos de las caravanas de motos y la fiesta de maizena con agua, dando comienzo al precarnaval y las fiestas decembrinas, se vio todo tipo de celebraciones los ríos humanos se volcaron a las calles, los ruidosos “pikaps” formaban las fiestas en las calles de todos los barrios populares el ron iba y venia por las calles acompañados por la alegría de un pueblo que siempre esta feliz a pesar de las tragedias.

Al día siguiente en medio del “guayabo" los titulares de prensa se hacían la pregunta ¿dónde esta Epa? Todos comenzaron a buscarlo porque esa noche no llego al hotel, telecaribe le buscaba para la entrevista de rigor, el heraldo quería una foto, fox lo quería entrevistar y los empresarios del Barcelona y Juventus querían hablar con él para firmar contrato, pero nadie volvió a verlo, dicen las malas lenguas que Epa a pesar de su sueño, después de esa noche partió con su padre de nuevo a palenque y que allí se encuentra entrenado en un viejo cuadrilátero para ver si algún día llega a ser el próximo Pambelé de Colombia.


FIN

Texto agregado el 22-06-2006, y leído por 222 visitantes. (1 voto)


Lectores Opinan
03-07-2006 Es una pena que se pierda al talento de Epa. Pero tal vez ser boxeador era su destino, hay cosas en la vida que uno no comprende, Pero ni modo. Es un buen cuento, y pensar que todo este relato ocurrio en un minuto. Es bueno el cuento, no tengo mas que decir al respecto, solo que Epa me dejó buenas reflexiones. Hericuento
 
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