¡Necesito vivir! ¡Quiero vivir!
Me ahogo de angustia y dolor.
Su desprecio es más fuerte que todo mi amor.
Nada que haga salvará mi esperanza y mi ardor.
¡Necesito sufrir! ¡Quiero sufrir!
Es el único camino que tengo para saber
que es cierto lo que sentí y viví.
¡Necesito decir! ¡Quiero decir!
Gritaré con la voz de un huracán.
Montañas, cascadas y valles sabrán que no mentí.
¡Necesito de tí! ¡Quiero de tí!
Me has negado el agua que hace al árbol vivir,
he muerto mil veces, sediento de ti.
¡Necesito de Dios! ¡Quiero de Dios!
Señor escucha mi llanto,
sana mi alma hecha pedazos por tanto dolor.
¡Necesito seguir! ¡Quiero seguir!
La vida es alegre y sus caminos entregan amor.
Lucharé con todas mis fuerzas, porque siento
que en algún lugar del mundo alguien sanará mi dolor.
Texto agregado el 21-06-2006, y leído por 115
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Lectores Opinan
21-06-2006
Hermoso y a la vez, doloroso poema. Un grito desesperado e impotente, pero sin ausencia de esperanza, lo que lo hace aún más bello. Un beso. *****. Pilef
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