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Inicio / Cuenteros Locales / Soli / La Tierra se lo hace a ella misma (los Transistores)

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La Tierra se va liberando a través de nosotros.


Somos como combinaciones binarias que se encienden o se apagan.

“Enciéndeme a este, no me enciendas a este otro” – Así dice la Tierra.

Los individuos (cada cual) somos cosas que en cada momento está encendida o apagada y por lo tanto, en cada momento, algunos están encendidos y otros están apagados. Somos, el colectivo, la multitud, todos los individuos, un código binario actuante en el mundo (0=apagado, 1=encendido).

¿Qué hace que algunos individuos estén encendidos y otros apagados? ¿La modalidad de la época?

Si estar apagado es estar pasivo y estar encendido es estar activo, entonces ¿No será la Tierra la que decide qué clase de individuos encender y qué clase de individuos mantener apagados? Doy un ejemplo: cada circunstancia amerita cierta clase de personas encendidas. En la guerra se amerita cierto tipo de personas encendidas, porque cierto tipo es más útil para la guerra; pero quizás la paz necesite de otro tipo de persona encendida, personas de otros rasgos (distinto que el de generales, por ejemplo), de otro tipo; y son quienes van cobrando mayor fuerza, por ser una circunstancia distinta. El belicoso, que sirve para la guerra, probablemente en la paz se apague o no sea tan útil como lo puede ser en la guerra.

Entonces, si cada persona tiene una potencia distinta, es de un tipo potencial distinto, eso significa que cada persona, individualmente, puede desarrollar su potencial (encenderse) o no, según las necesidades de la época en la cual se encuentre (y el lugar, seguramente); ello quiere decir que constantemente hay unos individuos encendidos y otros apagados ¿Ello no quiere decir que hay algo así como un código binario formado por individuos (0=apagado, 1=encendido) actuando en el planeta? ¿Y esto no es acaso la modalidad de una época, que exige ciertos tipos de individuos encendidos y ciertos otros apagados? Por ejemplo: un tipo que sea incapaz de cortar o de dañar un árbol ¿No será completamente inútil en un contexto y por el contrario desarrollarse en otro? Lo curioso de esta pregunta es que me hace pensar qu8e es algo más complejo que apagado o encendido, que el no desarrollar la potencia o desarrollarla. Digo “curioso” porque, teniendo cada individuo una potencia personal, quizás no se trate solamente de no desarrollarla o de desarrollarla, quizás exista un antidesarrollo. Es decir: no solo existe en lo individuos un estado neutro en cuanto a la realización de su potencial o un estado positivo de desarrollo de su potencial, sino que quizás también exista un estado negativo de algo así como un antidesarrollo de su potencial: el pacifista no se encuentra neutro en una guerra, sino que se encuentra molesto, cosa que no es lo mismo que la neutralidad. Así que la potencialidad de cada individuo puede actuar de manera neutra (sin desarrollo), positiva (principio pasivo- potencial vuelto activo) o negativa (ocurre lo opuesto a la activación positiva del potencial). Pero ¿Qué clase de individuos genera la acción negativa del potencial? Genera individuos de energía negativa para su entorno, generan la inconformidad en cuanto a un estado de cosas.

Esos son los transistores.


Todo busca su reposo, sí, es cierto; pero todo también busca convertir n acto su potencialidad (en términos aristotélicos). Según algunos filósofos el reposo que todo busca es el acto, el convertirse en acto, la realización de la potencia al volverse acto. Bueno, una potencia que sabe que no puede convertirse en acto ni puede mantenerse en reposo (de no acto, de estar neutra) es una potencia convertida en sí misma en fuerza negativa, transformada en acto negativo, porque se halla en lucha con su entorno, generando una energía negativa transformadora para que el entorno de cabida a la realización de su acto positivo (por ejemplo: ser pacífico en donde hay guerra). ¿Y esto no es convertirse en una carga eléctrica de cierta peculiaridad para el entorno? ¿No es nuestra sociedad un engranaje de cargas distintas?

Pero debemos recordar que un individuo en carga negativa no actúa de la misma manera que cuando puede hacerlo con carga positiva. No es igual un individuo cuando protesta que cuando consigue la posibilidad de sí mismo, sin embargo es el mismo individuo, son manifestaciones distintas de una misma potencia.

Soy de quienes cree que cada época posee sus exigencias positivas para ser de tal o cual manera, y también creo que ello ocurre según el tipo que amerita ser o estar encendido, según las oscuras necesidades de cada época. También creo que las épocas son largas, muchas abarcan varias generaciones y, como estamos encalvados en un corto lapso de temporal dentro de una época, ello genera en nosotros cierta percepción de tipos psicológicos (el tipo encerrado y el tipo abierto, el satisfecho y el insatisfecho, los apocalípticos o los integrados, los extravertidos y los introvertidos, los biliosos, neumáticos, etc.). Pero quienes se abren o se cierran según la época responde a potencialidades que se abren o se mantienen cerradas según las exigencias de las épocas.

Y debemos recordar que las potencialidades son posibilidades capaces de convertirse en acto.


¿Qué inteligencia genera o mantiene la modalidad de una época? ¿Pero es que todo ocurre según una inteligencia capaz de tener una intención que abarque generaciones,
distinta y superior a la humana, o será que todo ocurre al azar?

También otra pregunta puede hacerse ¿No será que las épocas ocurren al azar y Dios creó al hombre para que tomase las riendas? – Esta pregunta ha generado muchos movimientos, es hija de una época (también quizás esta pregunta sea madre de una época futura). Es la pregunta de nuestra época en la cual el humano siente que puede tomar en sus manos su destino como especie. La otra pregunta, la de si no habrá una inteligencia oscura y secreta que modele las épocas más allá de la voluntad del hombre, pertenece a otra época – Pero cada una de estas preguntas pertenece en su alma a tipos diferentes.

¿Cuál otra pregunta? Otra pregunta válida ¿No será que todo es por siempre caos más allá de la voluntad del hombre? Dos posiciones distintas: El caos es dominable, El caos no es dominable: Otro argumenta: “Si es dominable no ha sido nunca caos”. Entonces otro susurra en sus adentros “¿Entonces Dios nos entregó la Inteligencia, esa Inteligencia oscura que ha moldeado las épocas?”. Pero entonces al salir a la calle se tropieza con una patada.

La pregunta es crucial “¿Qué es lo que ha hecho que el mundo de ahora sea de esta manera?”, ¿Dios, el humano, el caos-azar?

¿El caos-azar realizado por el hombre?

(Dejémoslo hasta aquí, porque hasta aquí es hasta donde te quiero llevar.)

-o-

Pero también te puedo llevar a otra parte (Permíteme): ¿Por qué, de dónde, nos sale, nos viene, este vínculo directo con Dios sin pasar por la Tierra? Quiero decir: Si Dios es una inteligencia ¿No puede ser la Tierra una inteligencia supeditada a la inteligencia de Dios y nosotros los humanos ser entonces una inteligencia supeditada a la inteligencia de la Tierra? Así todo tendría un orden, pero ¿Qué hizo que los humanos nos colocásemos en una jerarquía más alta y más cerca de Dios que la que para nosotros tiene la Tierra en relación a Él? ¿Tiene el ser que nos contiene (la Tierra) menos relación con Dios que nosotros los humanos, que antes que nada somos elementos de la Tierra? ¿Qué fue lo que hizo que nosotros los humanos derrocáramos a la Tierra en su relación con Dios y nos colocásemos en su lugar por encima de la misma Tierra? ¿Qué nos hizo saltar a una escala, a una posición tan alta? Nuestra relación directa con Dios sin pasar por la Tierra nos facilitó la labor de transformar la Tierra ¿Cómo? Dejó de ser para nosotros sagrada y la vemos simplemente como cosa útil al servicio de nuestra relación con Dios. Es decir: Dios quiso que tomásemos las riendas y transformásemos la Tierra. ¿Otro modo de ver o de entender la misma cosa?: “Controlamos el azar, vencimos en la lucha contra el caos”, “Teniendo los instrumentos, y los tenemos, ahora todo está en manos de la voluntad humana”

Pero entonces ¿Ha perdido la Tierra su posición privilegiada superior a la de los humanos, ante Dios? La pregunta es esta: ¿Transformamos a la Tierra o es ella la que se transforma a sí misma según sus necesidades y utilizando a los humanos, elementos de la Tierra a fin de cuentas, para realizar en si misma su proceso, para realizarse ella misma en Dios?. Los elementos de un sistema ¿No obedecen al sistema aunque desconozcan cual es su propósito? ¿Puede el ser humano tener un propósito en relación a la Tierra aunque el ser humano mismo lo desconozca y sencillamente lo cumpla porque así se le es dictado? Ante tanta esclavitud en cumplimiento a fuerzas desconocidas y en las que ni siquiera creemos pero nos vemos afectados por ellas ¿No es recompensa suficiente el crecimiento de nuestros egos?

¿Necesita la Tierra a sí misma transformarse de esta manera mediante los seres humanos? ¿O será acaso que Dios entregó las riendas al hombre conociendo y respetando primeramente las necesidades de la Tierra?

¿Será que Dios cuida a la Tierra como si fuese un fruto de su jardín y cuando a éste le toca podrirse para dar semilla se encienden los agentes necesarios para ello?

No lo sé, es la única vía que poseo para entender las cosas.

(Otra pregunta más: ¿O será que Dios odió tanto a la Tierra que quiere matarla?)

O talvez Dios le dijo a la Tierra: “Para tu servicio te daré al hombre” – Esto último me parece lo más lógico… pero son muy terribles las consecuencias (nos arrebataría la recompensa).

Esto es siendo positivo. ¿Qué podría decirle Dios al hombre, “Fuiste hijo de la Tierra y estás para cumplir”? … y es más sano si hasta te olvidas de mí?” – esto último también es característica de una época.

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Ahora bien: ¿Qué sucede en una fruta cuando se pudre?: aparecen agujeros y túneles en sus adentro realizados por gusanos, como el metro; aparecen los insectos voladores a su alrededor, como los helicópteros, los satélites y los aviones; aparecen gusanitos como orugas, como los autobuses; aparecen las hormigas, como las motos; y, aparecen las chiripas, como los carros. Cuando un fruto comienza a podrirse para dar semilla, sin importar la envergadura que posea, éstos son los síntomas, además de la liberación de gases tóxicos y de la aparición del mal olor. Luego la fruta se pudre completamente y aparecen las semillas o la semilla realizada, las semillas o la semilla madura. Pero debemos recordar que la semilla no es para el fruto, sino que es un germen para hacer posible la existencia de otro árbol - (¿No es Dios grandioso?)

Entonces, regresando a la pregunta de si Dios le dio las riendas al hombre ¿No será acaso para un fin velado de la Tierra? Pero os hago otra pregunta: Si la Tierra no pinta nada en la relación privilegiada entre el hombre y Dios ¿Cómo es que podría haber relación entre el hombre y Dios sin la Tierra? ¿Puede haber hombre o Dios sin la Tierra? ¿O es que Dios va a permitir que a lo que le ha llegado su hora no trascienda, no cuenta acaso con nosotros los humanos para ello? “Eso Dios no lo permitiría, no permitirá que se acabe la Tierra – eso es lo que algunos responden.

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Cabe perfectamente una nueva pregunta ¿Puede el hombre culpar al hombre? / ¿Qué es el hombre? ¿Es el hombre individuo o colectivo? ¿Es el hombre individuo y colectivo?? / ¿Es la humanidad o es el individuo quien toma las riendas? – de estas últimas preguntas surgen las ideologías políticas. Cuando creemos en el hombre como individuo aislado vale preguntarnos: “¿Quién toma las riendas?”, “¿Quién nos guía?”, “¿A dónde nos guía(n)?”, cuando creemos en el hombre como individuo aislado… y es tan fácil echarle la culpa, y es tan fácil opinar si nos gusta o no nos gusta. Pero, vale entonces otra pregunta ¿Creemos en el hombre?

Si no creemos en la inteligencia de Dios ni en la inteligencia de la Tierra ¿Creemos en la inteligencia del hombre? ¿Se puede entonces creer acaso en la inteligencia de un solo hombre o en la de un grupo de hombres?

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En cuanto a “el hombre”: entre el colectivo humano y el hombre humano individual está lo que algunos llaman “las razas”, eso facilita el equilibrio: impide la noción de un colectivo homogéneo, estéril, y en absoluto acuerdo común, que pueda ser guiado por un solo propósito común, como si el bienestar fuese algo único común a todos los individuos.

Algunas personas hablan de razas por seren racistas y otras personas no aceptan el concepto de razas en la creencia de que la humanidad es una cosa homogénea. Sin embargo las razas albergan en sí un principio o un ingrediente secreto: se trata de la absoluta pluralidad de los individuos; y no hay reglas aplicables a todos, el único principio aplicable a toda la humanidad es la libertad; y, mirándolo bien, mirando el entorno, esto parece tarea imposible.


Aquí vale también un axioma: “Mientras un solo hombre no sea libre, ningún hombre será libre” – aquí hay encerrado un principio de un colectivo, a partir del cual se puede dar el desarrollo pleno de los individuos y la cura a todas las enfermedades mentales.


¿Se puede a un pequeño grupo de hombres, entonces, echarle toda la culpa? ¿O debemos entonces mantenernos en la espera indefinida de la aparición de Dios en un solo hombre? – estas dos últimas preguntas, por absurdo que parezca, marcan también toda una época y un estado escalofriante de apatía, materialmente, y en limitados aspectos, altamente productiva ¿Quién no se distrae con algún juguetito?

Texto agregado el 21-06-2006, y leído por 98 visitantes. (0 votos)


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