Y repetíamos cada una cuanto lo odiabamos, lo insultamos, fuimos duras, muy duras con el. Sentì deseos de morir, yo lo hice, quise pegarme un tiro, yo lo hice. No me quedan lágrimas, yo lloro a cada instante. Casi no leíamos lo que escribíamos, pero como dos gotas de agua sentíamos igual, como pudo hacernos esto?, es un coño de mierda, es un huevón. Tus làgrimas las mías a través del ordenador. Como pudo?, si hubiese sabido como nos íbamos a sentir...
Quise golpear, tirar el teclado y todo a mi alrededor, te amó me dijiste, pero tu lo tuviste, respondí. Quiero abrazarte y tu a mi, estamos solas en esto, que ironía!. Tu cuerpo en el suyo que dolor, se le escapò mi nombre estando en ese momento, en la explosión, cuando estás con quien anhelas estar, me odiaste, le gritaste, y míranos hoy; solo estamos las dos, porque este coño, este tauro maricón no tuvo cuidado, y nos dejó a las dos.
Un reventón, un precipicio, solo el comienzo para ambas, cuanto por delante, el nunca imaginó cuanto nos necesitaríamos, ni que nos conoceríamos en estas coincidencias de la vida, o tal vez te envió él, como sea, ven a mis brazos, olvidemos el rencor, vamos a llorar juntas, no lo quiero olvidar. |