Mujer de belleza eterea mi alma encadenada queda a ojos cautivantes. De silencios aplastantes mi corazon sangra por una mirada efimera que mis ojos ancian retener. Mis manos desesperan por recorrer un camino sinuoso lleno de peligrosas curva caderas. Camino lleno de trampas no deseadas y sin ganas de eludir.
Texto agregado el 19-06-2006, y leído por 353 visitantes. (15 votos)