A veces es fácil perder de vista lo que realmente importa.
A mi me pasa seguido, creo que por no saber nunca a ciencia cierta que es lo que realmente importa.
Es tarde, hace frío, y mis amores, desamores, amigos y obligaciones se juntan en mi cabeza como torbellinos.
Todo lo que alguna vez creí evidente hoy tiene un rumbo completamente distinto.
Radicalmente distinto.
Me aburrí de todo un día y decidí emprender un nuevo camino, aunque nadie lo vea, aunque todos digan que esta que esta aquí es la misma de hace dos, cinco y hasta diez años atrás.
E cambiado tanto que ya casi ni se me nota. Problemas de formato, insisto.
Quiero ser tajante en este punto porque creo que el formato es lago importante. (en especial si a plástica se refiere)
Puedo decir que estoy perdida, pero también feliz y un poco entusiasmada, quizá totalmente.
Necesito cambiar de aires antes de explotar.
De pronto apareció algo junto a mí,
y no se como llego a ser tan importante como mi brazo o mi pierna.
Tan importante que no quise soltarlo más.
Ahora tengo miedo de apretarlo mucho y muera de asfixia. O perturbar demasiado su microclima.
A veces uno esta tan sola como un semáforo, y luego llega alguien a rescatarte.
Pero tú no sabes si ser rescatada o hundirte en tus arenas movedizas.
A veces hay que tomar decisiones, otras trabajar sin levantar la vista del lugar.
Hay muchas opciones, la gracia esta en abrir la puerta correcta.