La mujer sin nombre ni apellido

Detrás de dulces cabellos de color ébano
de excelentes aromas ácidos
y debajo de una piel aterciopelada
vive y reside una mujer
sin nombre ni apellido
que daña y que hiere
a quien ella quiere.

Detrás de una sonrisa de oro
queda un templo de palabras falsas
que encierran mentiras maniatadas
con frases amorosas y de alabanza
que engañan y que hieren
a quien la escucha.

Detrás de unos ojos enormes
se encuentran escenas grabadas
todas tristes y felices
para unos y unos otros
que esconden ambientes ocultos
para unos y unos otros
que engañan y que hieren
a quien los mira.

Detrás de una palabra pronunciada con una voz inaudible
en un suave y triste tono de voz
que canta y que grita
para unos y unos otros
se sueltan mentiras
que ocultan sentimientos y escenas prohibidas
que engañan y que hieren
a quien las oye.

Detrás de una inimaginable imagen
y de una mirada satisfecha
yace inerte y sin destino
la mujer sin nombre ni apellido
que atrapa sentimientos y varones
como la miel a las moscas
que engaña a estúpidos llenos de hormonas y dinero
y que hiere a solitarios corazones vacíos por dentro
estúpidos solitarios
y solitarios estúpidos
que cayeron
en la piel y el cabello,
en la sonrisa y sus palabras
y los ojos de la mirada satisfecha
y que ahora
sin dinero y aún vacíos
gritan clamorosos
el nombre de la mujer
sin nombre ni apellido.