El Lobo que despertó al Corazón
Un día en la soledad del bosque se encontraba Moguat, un lobo joven de la manada, estaba tomando un descanso echado sobre la suave hierba y pensaba acerca de cómo seria su vida cuando creciera aun más. Sabia que dentro de unos días se acercaba la ceremonia de transición, en la cual los jóvenes lobos pasaban a ser parte de la asamblea de la manada pero ahora con voz y voto, no como antes, cuando solo podían estar ahí de espectadores y debían permanecer callados todo el tiempo. Para el joven Moguat esto era una preocupación, ya que para poder lograr esto, se debían cumplir con una serie de requisitos, como lo eran, el saber al pie de la letra las leyes que regían a la manada, ser un diestro y audaz cazador y además tener una compañera para que en un futuro pudieran formar su propia familia. El se había preparado desde hace mucho tiempo, siempre recitaba la ley de la manada por las noches, además era uno de los mejores cazadores entre los más jóvenes, pero había algo que le faltaba, era encontrar a una pareja. Moguat era un lobo bastante apuesto, la mayoría de las lobas estaban interesadas en el, pero a el, no le atraía casi ninguna de ellas, en ese sentido era un lobo bastante exigente a la hora de encontrar su pareja y no se conformaba con nada fácil. En general cuando del amor se trataba no era uno de los más experimentados.
Una tarde mientras iba caminando por el bosque, Moguat encontró en el camino una pequeña flor botada a sus pies, siguió caminando y encontró otra flor muy similar, supo en ese instante hacia donde se dirigía el camino, hacia la cueva mas alta y alejada de la montaña y además sabia a quien encontraría allí. Comenzó a recorrer el camino, aunque nunca antes había estado por esos lugares, sintió que en su interior conocía cual era el camino correcto para llegar arriba. Avanzo por el camino zigzagueante a través de la montaña, paso a paso el camino se iba haciendo mas difícil, el viento soplaba con mas y mas fuerza y el frió se hacia mas penetrante. Al llegar a la entrada de la cueva, se detuvo un instante, respiro hondo y se adentro en ella. Al principio todo era muy oscuro, pero a medida que avanzaba se veía una tenue luz, era la luz del fogón, el sagrado fuego que alumbraba dentro de la cueva. Junto al fuego noto una figura, era la figura de Aliwen, quien era llamado también como el lobo ermitaño, un viejo y sabio lobo que vivía allí desde muchas lunas, tantas que nadie dentro de la manada era capaz de recordar.
Cuando Moguat se encontró frente al ermitaño, ambos se quedaron en silencio por un momento hasta que el viejo le dijo – te estaba esperando, sabia que vendrías hoy- Moguat se sorprendió al oír esto, ya que ese viaje solo había resultado de una casualidad, ahora comprendía cuan sabio era el ermitaño. Luego de esto el joven le dijo – ya que eres tan sabio, ¿podrías decirme como puedo encontrar a la pareja indicada para mi?- pero el ermitaño le respondió – eso no te lo puedo decir yo, el único que tiene la respuesta eres tu, ahora yo solo te ayudare a abrir el cofre donde esta guardada-
Esto desconcertó Moguat, ya que en realidad el había hecho el viaje para que el sabio ermitaño le diera una solución, pero a cambio se encontraba mas confundido. El sabio le explico cada uno posee un cofre, donde se encuentran las respuestas a todas las preguntas, pero que la llave de ese cofre, por lo general uno nunca recordaba donde la había dejado. Uno siempre tiene las soluciones a los problemas, solo falta un poco de iluminación para poder recordarlas, para eso estaba el fogón dentro de la cueva, para ayudar a los lobos a iluminar su mente. Luego de que comenzó a comprender todo lo que el sabio le decía, cerro los ojos y se quedo en silencio, luego sintió como su alma se alejaba de su cuerpo y comenzaba a recorrer muchos momentos de su vida.
Una vez terminado, volvió a despertar y se sintió mucho mejor, era una sensación de libertad y sabiduría: ahora tenia las respuestas, antes, sentía que no tenia la capacidad de amar, ya que buscaba el amor en el mundo material y en la superficialidad, lo cual lo hacia sentir mas frustrado y solo. Pero ahora ya sabía que tenía que hacer, volver a la manada y buscar a una loba, pero no era cualquier loba, era alguien en particular, era Anillang, una loba joven y hermosa, de bello pelaje y grandiosa figura, cuyo nombre significaba mujer decidida. Era una de las más intrépidas e inteligentes lobas de la manada. Ella siempre le había resultado atractiva y pensaba que algún día estarían juntos, ahora sabía que eso seria así, ya no solo era una atracción física lo que sentía por ella, sino más bien era una atracción de otro tipo, era algo mas profundo.
Así fueron pasando los días y la conexión entre ambos se fue haciendo mas estrecha, sabía que cuando estaba junto a ella, podían charlas horas enteras, reír de las cosas más simples y apreciar cada detalle de las cosas. Ahora sabia que en realidad lo que estaban sembrando era algo importante. Moguat había encontrado a su pareja perfecta, por fin se sintió completo, estaba listo para la para la gran transición, esa noche había Luna Llena, la perfecta para realizar la ceremonia.
jose
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