Aquí me encuentro, moviendo de lado a lado la vieja mecedora que mi abuela me dejó. Observando por la ventana de mi pequeña sala, mientras sostengo mi comida de todo el día en la mano, un pan algo duro con un poco de té.
Lo que la pobreza me arrebata, me lo devuelve la imaginación. Siempre sueño mas despierta que dormida.
Aquella mañana, cuando mi imaginación comenzaba a volar como tantas veces, alguien me hizo volver a mi realidad tocando a mi puerta.
Elizabeth Rose, preguntó una apuesta voz. Si soy yo, que desea?
Frente a mi se encontraba un hombre algo mayor que yo, pero sus finas facciones, junto con sus penetrantes ojos color miel le hacían ver por instantes mas joven de lo que era.
La he estado buscando casi durante nueve meses, usted no es fácil de encontrar.
Le explicaré, soy Jhon Amstorn, se que hace cuatro años usted trabajó para mi padre el Sr. Amstorn.
Oh si, el Sr. Amstorn, lo recuerdo muy bien, casi todos sus empleados le teníamos mucho aprecio, infortunadamente todo se vino abajo cuando sus acciones en la bolsa se desvalorizaron tanto y ya sabe la empresa fue liquidada.
Quiero que trabaje para mi ahora, su nómina será tres veces mayor que la anterior, ya no será la asistente de proyectos, será la directora. Tendrá prestaciones, vacaciones, bonos extra, comisiones, todo lo que desee.
Un momento, un momento pero su padre, la compañía...
Mi padre esta bien, y la compañía aun mejor, nos estamos recuperando, pero la necesito Elizabeth, se que usted tenía una gran creatividad y que incluso trabajaba mas y mejor que muchos que se las daban de “grandes ejecutivos”, quiero que vuelva, que me dice?
Cómo podría negarme, cuente conmigo.
Perfecto, quiero que comience ya mismo, cámbiese de ropa, póngase algo más formal, la esperaré.
Pero Sr. Amstorn esto es lo más formal que tengo, las cosas no han ido muy bien para mi.
No importa Elizabeth, pasaremos por una boutique camino a la oficina.
Y ahí estaba yo, sentada en un carro de súper lujo, de camino hacia el éxito. Podía ser cierto, sería una más de mis ensoñaciones? No, esto era real, muy real.
Dos años más tarde, aquí estoy, con mi futuro asegurado. Ahora vivo en una casa que más que eso parece un palacio o algo así, un convertible, una moto, y muchas cosas que ya se podrán imaginar.
Y aparte de todo eso Jhon y yo nos casamos el 25 de Noviembre del año anterior.
Una vez estoy allí, en la cima del éxito, doy un último pasito y caigo de cabeza en un precipicio, sobre mi cuerpo vacío, y aquí me encuentro una vez más con mi taza de té en la mano, en mi vieja mecedora, observando hacia lo lejos por mi ventana…
Soñando… soñando…
|