He querido hablarte tantas veces
de la expresión sublime de tus gestos,
del silencio que me envuelve si te encuentro,
del sabor a tiempo viejo de mi mente

He querido hablarte tantas veces
de cómo mi garganta no responde,
de cómo sigo hablando sin un dónde
librar esas palabras que se esconden

Ahora, solo,
encuentro este reservo de nostalgia
que sirve de pretexto a mis palabras

(Lejos de encontrar algún momento,
el silencio y la memoria provocaron
un gélido vacío de montañas,
y ríos, y cascadas congeladas)

Empezaré por mencionar que hay ocasiones
que forman poco a poco mi tristeza,
mostrándome lo débil de mi fuerza
tus pasos que sollozan sin mis letras

Después de cada paso que te acerca
mi mente simplemente se acoraza,
el silencio inunda todo, me acompaña,
el silencio simplemente… no se espanta

Ahora, solo,
cual cobarde me reprocho mis murallas
e imagino tu sonrisa y tu mirada
y recuerdo que otra vez no dije nada.