Como ángel renacido de las cenizas de un fuego que perdura, te mantienes incólume ante el filo de las embestidas que te desgarra, luchadora eterna te sostienes blandiendo tus armas al viento, ellas son tu voz, la pluma y la palabra.
Apareciste como un refucilo centelleando en el vacío.
Enfrentas la existencia cual guerrera intrépida de mil batallas, rasgando el olvido en los rostros ajenos para alcanzar la inmortalidad, obligándolos a que vean que estás, que éres.
Las nubes oscuras no pueden con tus alas eternas, tu alma tibia aún se revuelca negando un presente que quisieras no merecer en parte, pero sabes que tus coletazos hieren mortalmente a la oscuridad del abismo, que busca en vano arrancar la luz de tus ojos.
Tus gritos, medallas de desesperación, despiertan gigantes dormidos en medio de la espesura de este asfalto que recubre las cicatrices de la tierra.
Ganadora te sabes de amistades y afectos, invencible por naturaleza te sientes y eso es cierto.
Intentas desmalezar el dolor en tu interior, ese padecer que fluye de la sustancia en tus huesos y es algo que compartimos, ese deambular en tinieblas, ese rocío en los ojos que a veces no permite ver el sol, que ciertamente está ante nosotros, siempre.
El destino o la causalidad nos ha unido y es un orgullo para mí el tenerte, algo tan valioso como la vida misma, que ha permitido nazca este amor tan grande, por eso doy gracias a vos o a quien sea que te ha traído a este mundo, para que sea menos terrible la supervivencia, para que valga la pena la permanencia.
El corazón mío está con vos a pesar de no encontrarme a tu lado como quisieras, espero mis inconstancias no te duelan ni de duda te pueblen, pues a pesar de mis errores y desaciertos, mis virtudes bien te quieren e intento demostrártelo cuando puedo (o me lo permito).
te deseo la infinitud del amor eterno y universal más puro, compañera ahora de letras, que buscas el viento que te impulse hacia las estrellas, hacia el confín de unos límites que existen tan sólo en las mentes penosas de los opacados, de los sumisos y mediocres, mas no tiene consistencia en el bello pensar que gobierna tus fantasías utópicas.
Gracias a alguien que siento como mi amiga, mi confidente, mi ahijada, mi hija.
Sigue creciendo y mejorando día a día, te lo tienes merecido.
Te quiero mucho.
23:11hs. –
17/06/2006. –
|