Eso de cumplir con la familia a uno que ya llega a mas de la mitad de su vida le harta, y no es por el cumplir, el de mostrarse con la careta de sumisión de que uno va y sigue la corriente, sino que lo hace porque no hay nada mejor que hacer.
Mirar a la gente que hace mas de la mitad de una vida le ve en el día a día y todos parecieran que fuera la primera vez pero no es así, es de otra manera como esos monos sentados en su jaula, listos a comer los bananos que les daban los visitantes el día domingo, eso me hartaba y en demasía.
Salí de aquella reunión y tuve ganas de hacer el amor, coger mi agenda y llamar sin cesar hasta que cualquiera que este allí me haga el favor de ayudar a llenar la ansiedad que hace días me agobia pero que no deja de masticar mis piernas por nada del mundo que no sea cuando estoy encima de una fémina, o debajo, como sea; también es lindo cuando siento que dentro de mí hay algo, es mas, hay como un perfume que apaga todos los males y ansiedades que me cubren del viento apático de mi entorno.
Llamé a una de los tantas que estaban en mi agenda, me dijo que sí. La fui a buscar y allí estaba y no sé porque me sentí con ganas de decirle que estaba un poco mal y que para otra vez seria, se lo dije, ella, no sé por qué, comprendió. Se dio media vuelta, alzó la mano y buscó un auto. La vi entrar en el otro auto y un sentimiento desgarrador me hincho el pecho de odio y dolor por haber perdido una interesante y extraña reunión.
Nuevamente encendí el auto y me fui a un cine. Entre y vi una película, era fea. Salí a la mitad, y en la salida encontré a una chica de ojos grandes y redondos así como Astroboy, le dije hola y ella sonrió como hacen las chicas que gustan sonreír con cualquiera porque son buenas personas... era mi oportunidad, me le acerqué como esos lobos esteparios y ya le iba a decir hola cuando un tipo muy alto la cogió del brazo, le dio un beso prolongado así como esos culebras o pulpos enroscadas por sus tentáculos y se fueron a otro espacio, solos, dejándome como esos locos en su jaula de fierro oxidado. Salí del cine y fui a una librería. Compré un libro, pague y fui leyéndolo hacia mi casa... y en la ruta me encontré con un amigo que no veía desde hacia años. Hola, me dijo. Hola, respondí. Y? Qué haces?, preguntó. Nada por que, no hago nada, le respondí. Este bajo la mirada y se fue hasta perderse por la calle. Continué con mi libro y lo leí, me gusto. Entré nuevamente a la librería y compré otro libro. ¿De nuevo?, me dijo el vendedor. Lo mire como diciendo a ti que mierda te importa... este, bajo la mirada, recibió mi dinero y yo me di media vuelta y salí a la calle a continuar leyendo otro libro. Este me gusto mas que el primero. No sé porqué sentí que otro amigo u otra experiencia se me iba a aparecer, pero no sucedió así...
Llegué a mi casa y en la puerta, encontré a mi hermano. Qué pasa, le pregunte. Nada, me dijo, lo que pasa es que necesito que me ayudes, dinero. Cuanto, pregunte. Mucho... cuanto, volví a preguntar. Bajó la mirada, saco un papel impreso y me lo mostró. Era mas de un millón de dólares. No los tengo, le dije. Ya estaba por entrar cuando mi hermano sacó un revolver y me apuntó a la cara, ordenándome que pasara. Pasamos, y ya en la casa me dijo que fuera a la caja fuerte de mi oficina. Entramos. Ábrela, me ordenó, y no hables nada o disparo, y, por favor, ábrela así me desahogo de este odio que tanto he guardado por dentro...
Lo último que recuerdo es que vi como un resplandor, como un fogonazo, y luego, una voz, era mi hermano, diciéndome que si ya estaba muerto. Moví la cabeza. Volví a ver otro resplandor. Escuché una voz casi nasal, creo que era la muerte, o los muertos. Luego, sentí como si me orinase en la cama y como si me ahogara me sumergí en aquel resplandor... y aquí estoy, en una especie de cola de cometa, viajando como si fuera un trino de aire, pero, esta vez, mas tranquilo que antes... Me alegré, por fin la ansiedad y el vacío me había soltado, era como soñar pero en otro lugar mas delicioso... Me sentí, al fin, mejor y mas que vivo, pero, estaba bien muerto... al menos ya no era como antes...
San isidro, junio 2006
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