Prepararse para la guerra
En un diario tirado en la calle pone lo siguiente:
”Hoy empiezo mi diario de guerra. Siempre he sido un chico práctico. Esto lo noté sobre todo cuando llegué a la pubertad. Mi poderosa mente estaba descompensada por un poco agraciado físico, y esto significaba, sobre todas las cosas, que no ligaba. Esto era un trauma para mí, ya que me daba cuenta de las técnicas y estrategias que utilizaban los demás, y me daba cuenta de que eran patéticas. En fin, ¿qué os voy a explicar que no sepáis?: "Hola, ¿te conozco, verdad?", "¿Vienes mucho por aquí?...Total, que cuando vi que lo mío sería trabajar los cinco dedos, no tuve problema. En fin, en la pubertad todos le damos al frotar aunque se vaya a acabar, así que le di.
Pero esto no era suficiente. Yo sabía que podía usar mi poderosa mente para algo más.
Poco después, decidí meterme en algunos asuntos: videojuegos, cines y juegos de rol... Y gracias a estas actividades empecé a conocer el código samurai, el Bushido. Siempre me han gustado las artes marciales, así que veo pelis de Bruce Lee, videojuegos de ninjas y juegos de rol de samurais.
No voy a decir que sea un experto en el tema samurai, ni de lejos, pero encontré una fuente de sabiduría en sus preceptos, y comencé a basar mi vida en sus mandamientos. De hecho, hay multitud de códigos samurais, pero eso sólo ayudaba a profundizar mis conocimientos samurais... Por cierto, llevo cinco meses intentando hacer karate, o judo, o algo así, pero es muy duro aguantar tres días seguidos en un sitio... ¡Te pegan mucho, y te cansas más!...
En fin, que como os he dicho no ligaba nada, así que pensé: " el amor es como la guerra ", y esto no me costó mucho. Así que me preparé para la guerra.
Primero debía cuidar mi aspecto. Un samurai debe tener siempre buen aspecto: El enemigo respeta (y quizá teme) al samurai que siempre parece preparado para lo que sea.
"Un samurai debe tomar todas sus decisiones en siete inspiraciones". Es el periodo de tiempo perfecto para pensar una decisión lo suficiente sin llegar a ese momento en que te puedes arrepentir de lo decidido.
"Un samurai debe cruzar el mar confundiendo al cielo"...Esta no la entendí muy bien, pero es algo así como que si vas directo al grano, más fácil es sorprender al enemigo.
"Sitiar el reino wei para salvar el reino de Zhao" significa que si quisiera follarme a una, debería ligarme a su amiga, creo.
"Matar con un cuchillo prestado" sería como decirle a un colega que le diga a una tía que te mola.
"Saquear una casa en llamas". Si la tía esta borracha, estará más abierta a abrirse. Esta estrategia me pone bastante cachondo.
En fin, todas las estrategias del Bushido eran mi objetivo en la vida para ligar, pero nunca las usaba, no tenía valor...
Hasta que un día conseguí el equilibrio. Llevaba dos semanas yendo a judo, y me prometieron que si seguía así, me darían el cinturón blanco-amarillo el día menos pensado, así que me sentí poderoso. Este día fue ayer, y mientras escribo estas palabras estoy preparándome para salir esta noche... Es decir, primero preparo mi mente. A partir de ahora seré muy esquemático en lo que hago y pienso, esto me ayudará a concentrarme.
Vacío mi mente. Si uno piensa que va a morir, creerá que aún vive. Yo sé que ya estoy muerto. Esto me da libertad y poder. Esto me ayuda a ser un buen samurai.
Me ducho, me peino la pelusa de encima del labio superior, me peto un par de granos, me echo colonia y ceno lo que me hace mi madre. Le pido pasta para el fin de semana.
Mi madre me proponía diez euros, pero yo pude "crear algo a partir de la nada"... Le mentí, es decir, le hice pensar que si no me daba veinte euros me haría el ser más desgraciado de este mundo.
Me visto de acuerdo a la moda del mes.
Quedo con los amigos, pero una vez en la discoteca de turno desaparezco de su lado. Me estorbarían.
Veo a mi objetivo. No sábe lo que se le viene encima.
"Observo los otros fuegos al otro lado del río", o sea, que veo como mis enemigos atacan sin resultado.
"Oculto la daga detrás de una sonrisa", y me acerco, aunque cuando se gira debo "sacrificar el ciruelo por el melocotonero", porque si no la emborracho no podré "aprovechar la oportunidad para robar una cabra"...
Ahora estoy en el lavabo, evaluando lo que pasó, aunque un samurai no debe mirar al pasado. Hablando de pasado, eso es lo que hizo ella, ¡¡¡ha pasado de mí!!!...¡¡¡Malditas sean todas las tías!!!
Voy a inspirar siete veces, y cuando salga de este lavabo y salga al mundo, juro no volver a sentir amor ( o sea, dolor de estómago y tienda de campaña). No importa las estrategias que usen ellas, no importa lo enrevesados que sean sus pensamientos, lo apetecible que sea su aspecto, ni lo embrujadora que sea su voz. No hay mujer en el mundo que pueda superar la barrera mental y física que voy a crear alrededor de mi aura. Se acabó. Esta guerra no la perderé.”
Nuestro protagonista salió del lavabo, miró sin querer a una chica.
Ella le sonrió.
Él perdió.
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