Empezaba a caminar por una calle cualquiera un día cualquiera de la vida, cuando miré hacia arriba y me pregunté: ¿por qué la gente no mira hacia arriba?
Comencé a leer carteles y mirar balcones, y edificios, y el cielo...
Y en el cielo encontré la respuesta casi sin querer... fue una poesía de cemento que contaba de otras vidas, vidas también de cemento... entonces los edificios se convirtieron en escaleras, gigantes escaleras de cemento; intentando alcanzar a un ángel de cemento, y a un dios de cemento. Todo se convirtió de pronto en una historia de cemento... pero también de polvo.
Texto agregado el 30-12-2003, y leído por 173
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