De noche vienes
equilibrio, mundano equilibrio el mìo para no estallar. y màs que equilibrio son güevos para tragarse el dolor y esta puta ansiedad que me lacera la conciencia; güevos y apretar los dientes para no sentir, para no acordarse, para olvidar. Pero no hay olvido, ahora estoy aquì sentado en este ruidoso lugar y esperando no sè que cosa
¡ah, su puta madre, todo me dà vueltas! Eso que me metì estaba cabròn o, a lo mejor fuè el alcohol
pero ¿Dónde estàs? Deberìas de estar aquì en este momento, conmigo tomàndome de la mano y recorrièndo las arrugas de mis ojos con tus labios y dàndome pequeñas mordiditas en las orejas, dicièndome con voz quedita llèvame hoy a un hotel, entonces me volverìa para ver tu sonrisa de niña loca y meterìa mi mano lentamente debajo de tu falda, hasta toparme con tu sexo y entonces no estarìa aquì murièndome y abrazando mi desdicha. Estarìa en tì, contigo miràndote entrecerrar poco a poco tus ojos y mojarte los labios de manera lasciva mientras yo estarìa imaginando una nueva forma de hacerte el amor para esta noche, una nueva forma de mezclar mi cuerpo con el tuyo
..
- oye! Estàs bien?, vamos a bailar. D.j gòmez està a todo lo que dà, ànda muèvete!
-dèjalo güey, le pegò duro la tacha, mejor vamos a bailar ¡Psycho!
y estarìa contigo y no aquì, solo en este lugar de locos con decenas de muchachitas con ombligos perforados y muchachitos andròginos, y esta mùsica que me hace sentir como si tuviera lombrices elèctricas en todo el cuerpo y que me hace verla volar y hacer cabriolas en el aire para después meterse de lleno en mis ojos. En este momento solo puedo ver luces y mùsica que viajan de un lado a otro a una velocidad infernal, gente que baila una danza de otro mundo, imàgenes proyectadas en las paredes de un subconsciente colectivo. Ninguno de esos tipos se encuentra triste. Esta gente actùa como si no hubiera dolor alguno que pudiese causarles daño. Algún dìa viajarè a algún lugar como el de ellos, donde no se sufra. Un lugar habitado por gente simpàtica, por àrboles y flores y animales; por cocuyos transportàndose por el viento de una noche fresca. Un lugar donde tù estès conmigo y donde pueda volver a soñar y tener uno de esos sueños en el que tengo aventuras con monstruos y fantasmas en castillos embrujados y selvas malditas, en desiertos infestados de cadáveres vivientes mutilados, desgarrados, y que te mantienen cautiva para que yo te salve y me convierta en tu hèroe, para después volar contigo millas y millas y millas hasta la playa màs hermosa y hacerte el amor una y otra vez hasta que el sol nos encuentre tendidos, uno junto al otro como dos estatuas de arena esculpidas por el mar
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- hey! 0ye! Despierta, vamos a bailar
- creo que ya no se va a reponer
- pues como se va a reponer si le pegò durìsimo la tacha. Ojalà tan siquiera quite esa sonrisa estùpida, se vè fatal. Quièn sabe què se estè imaginando
- ya dèjalo, vamos a bailar ¡psycho!!!
.carajo, el sol!, abro los ojos y veo una pinche làmpara pegàndome en el rostro. Creo que ahora sì me pasè, no puedo ni pararme
creo que tengo ganas de orinar, lo mejor serà que cierre los ojos y me concentre para no hacerlo
este baño està raro, me recuerda al que habìa cuando era niño en la casa de mi abuela. Caray! què rico se siente al orinar, tenia la vejiga que me estallaba. Hasta escalofrìos me dan solo de sentir el tibio fluido salir de mi cuerpo. No cabe duda que solo esto se puede comparar con un orgasmo, es una sensaciòn in-des-crip-ti-ble
Si tienes un hondo penar, piensa en mì
si tienes ganas de llorar, piensa en mì
piensa en mì cuando sufras,
piensa en mì cuando llores,
cuando quieras quitarte la vida,
para nada, para nada me sirve sin tì
un deseo muerto, como mi sombra sobre el pavimento. Extrangulo al viento hasta escuchar tu nombre y recojo las cascaritas del silencio. Escarbo en el pedazo de fotografìa que tengo de tì para hallarte entera y observarte, centìmetro a centìmetro, milìmetro a milìmetro, como se observa un sueño. No me queda nada, todo te lo llevaste: mi filosofìa, mis noches, mi poesìa se fueron entre tus piernas. Veinte años han pasado ya y aùn te escucho por la casa, aùn te veo en el espejo y en mi almohada. Pero ya no estàs, es mi sueño el que te ve y te escucha, es mi deseo de estar muerto y que te enteres. Mi deseo de dejarte mi cadàver afuera de tu puerta como canasta con niño abandonado, para que lo cuides o lo entierres
- Mira nada màs a este cabroncito!
- hìjole! si està todo miado.
- està tan pasado que no puede ni moverse
- ¿y ahora què vamos a hacer con èl?
- ¿Hacer? pues nada, yo ni lo conozco. Èl se nos pegò y quiso meterse la tacha asì que es su culpa. A demàs yo se lo advertì y le valiò madres. Mejor vamonos a bailar, el d.j ya va a terminar y van a cerrar el antro. Luego van a creer que es nuestro papà y nos lo van a enjaretar. ¡Quìtale la cartera!...
- Ya està! vamos, ¡¡Psycho!!!
las horas pasan lentas por mis venas. La eternidad se me atora en la garganta. El juego ha llegado a su fin
- Señor, señor. Haga favor de salir, ya vamos a cerrar. Antes por favor, pague su cuenta: son 650 pesos. Dos chicas que estaban con usted me dijeron que tambièn pagarìa la cuenta de ellas.
- 650 pesos? ¿Chicas?... ¡ah, sì! sì.
Aùn estoy demasiado dañado y todo me dà vueltas, mis manos buscan mi cartera pero no està entiendo, las chicas- me quito el reloj (lo ùltimo que me queda de los regalos de ella) y se lo ofrezco al mesero para saldar la cuenta. El mesero un poco bizco, separa los ojos y observa el reloj detenidamente. Se frota el extensible de piel en la mejilla, le dà pequeños golpecitos a la maquinaria y molesto me dice que me largue. Con mucho esfuerzo me levanto y dando tumbos encuentro la salida.
La mañana frìa me abofetea el rostro, me estoy congelando y el viento, cìnico, me sopla debajo del pantalòn. Siento que me va a estallar la cabeza. Aùn està oscuro y no tengo un solo cèntimo. Ningùn carro me harà la parada, creo que serà un largo largo regreso a casa.
Milàn Ocaso.
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