San Justo, octubre 8 de 1999.-
Les escribo de la tierra de Pedro Bonifacio Palacios, atorrando en la casa de “Yorye”, con quien fuimos a Ezeiza a despedir a los hermanos de Elvira quienes partieron para España, uno para radicarse, ante la imposibilidad de continuar en Argentina y el otro de “dama de compañía”.
Les explico: EL segundo se ligó el viaje para "descargar peso", como los jockey en Palermo y San Isidro. Resulta que con el piro total del “frate”, había que solventar el sobrepeso en una cifra cercana a los novecientos dólares (por los bártulos retornados).
Fue más apropiado pagar otro pasaje y encuadrar la carga.
Cómo la saben lunga los yoyegas, vieron?
La totalidad del equipaje de uno, quedó incluido en los dos pasajes. Digamos giles a los peninsulares. El acompañante va con lo puesto y retorna para votar.
Tuve la oportunidad de utilizar el mentado segundo pasaje. En este momento son las 21,15 del viernes y en vez de estar “justo” en San Justo; en viaje inverso a Magallanes, estaría sobrevolando el Atlántico rumbo a Madrid.
Necesidades, artísticas, políticas y de supervivencia me impidieron efectivizar la aventura. El ofrecimiento me lo habían hecho, pero no pudo ser.
Victorio, el gaita repatriado involuntariamente por la realidad argentina (con sus 53 pirulos se le hacía difícil abandonar su calidad de desocupado de varios meses y las rupias se le estaban haciendo humo), optó por la Comunidad Europea, en el cuadrante de la seguridad social.
Se fue con el deseo de regresar, “la pena del despegue”; deja a sus padres mayores, un hermano, una cuñada, dos sobrinos y un montón de afectos.
Se llevó un ejemplar del “Martín Fierro”, (libro que, como El Quijote y la Biblia, es más citado que leído) que le arrimamos sobre el embarque para que su lectura atenúe los efectos del emprendimiento.
De regreso, con “Yorye”, mientras manducábamos un bife en una parrilla cheta, sobre la autopista, filosofamos sobre el fenómeno argentino de fin de siglo, la posibilidad del cambio, el panorama electoral que se “desenlaza” el domingo 24, y tratamos por todos los medios, con nuestra inconsciente alegría, que no nos duela la vida.
En la vida, como en el fútbol, si ella tiene la “pelota” y hay superioridad numérica en el medio campo,tenés que retroceder hasta la línea de cuatro y reestablecer el equilibrio. Desde la debilidad no se puede pactar. No podemos seguir perdiendo tiempo con lamentaciones y pronósticos. ¿Qué es la vida? Si no tiempo (Es tardanza de lo que está por venir, dice Hernández). Si farandulezcamente perdemos el tiempo, consumimos la vida. La nuestra. La única.
¡Pero a donde me fui!
En verdad, el retorno del Sagardua al viejo mundo me puso mal. Sentí, como decía Tucho Méndez, que me había “dado vuelta la cancha”.
¡Que broma el “piro” es al revés! ahora!
Leyendo “La Nación”, me enteré:
a) Uno de cada cuatro habitantes de Argentina, nuestro país, fue víctima de un robo en los últimos doce meses.
b) En lo que va del año, cada tres días fue asaltado un Banco.
c) La reserva ecológica de la Costanera Sur, existente desde mediados de la década del 80 (1986), sufre casi dos incendios por mes.
d) La deuda externa argentina será, a fines de diciembre, de unos 125.000 millones de dólares y que se incrementó al doble en la úlitma década.
e) La Justicia de la Capital está colapsada: cada Juzgado Comercial recibe por día 25 juicios nuevos y no tiene respuesta. Cerca de 150.000 al año lo que la torna “intransitable”.
Como para pedir asilo en la Embajada de Nigeria.!
Pero hay que desdramatizar la cosa.
“Yorye”, me decía, que y en eso coincido – tenemos que emplear la energía que a veces se gasta en tirar la bronca, en embarcarse en un proyecto loco.
Por ejemplo, si la cantidad de robos es la señalada, porqué no nos abocamos al problema en serio, requiriendo persistentemente la acción de las autoridades y nos comprometemos en específicamente. Sin titubeos.
Si los asaltos a los Bancos son tan asiduos, porque no exigimos sus esclarecimientos y enfatizamos a las autoridades, a nuestros representantes, la necesidad de ello mediante cartas, llamados telefónicos, entrevistas.
¿Se imaginan que, el concejal (comisario, Intendente, Secretario de Seguridad del Municipio, Presidente del Honorable Concejo Deliberante) reciban 50.000 (el 10% de la población de Almirante Brown) cartas, pedidos de audiencia, visitas individuales o colectivas.?.
Ello, lo pienso, los haría salir de su letargo.
¡Ni lo quiero pensar!
Serían 250.000 peticiones que deberían atraer la atención de los funcionarios. Que vean el partido. No que lean el diario del lunes. Con los hechos consumados, con los boletos rotos por las “fijas” ilusorias de los “dateros” de turno.
Lo mismo con la deuda externa: estudiarla seriamente, clarificar su etiología, explicar los cursos de acción para aumentarla o rebajarla, según lo que sea más apropiado para la Comunidad. Su relación con el Producto Bruto Interno.
Sobre el tema que se hable menos, que se explique más.
“Conoceréis la verdad y la verdad os hará libre”, dicen la Escrituras.
Que, la gilada no se “trague los amagues”, que participe, se interese, pregunte, estudie.
El gobernante tiene la obligación de explicar y el gobernado, apoyar, y recibir, ejerciendo su derecho, la explicación sobre a dónde van a parar los dineros del pueblo.
La Justicia Comercial de la capital Federal o la Justicia toda que, como dijo el finado Porchia: “Cargue a cada uno su culpa y no habrá culpables”.
Que se declare la “emergencia judicial” : Que la “familia judicial” se ponga el overol, cancele por el año 2000 la feria de enero y la de julio, se "ajuesten las pilas" desde el “grone” Presidente de la Corte Suprema de Justicia hasta el rubio que limpia los estrados. Todos. Sin excepción. Sólo un año. Los 360 días. Va a ser una verdadera guerra santa. Un auténtico avance. No como ahora que tibiamente "se retrocede para adelante".
Y la Reserva Ecológica. ¿Porqué no la ascendemos a “Primera”?.
Nació, recuerdan, como la Ciudad Deportiva. Teniendo 5.000.000 de Km. cuadrados, nosotros los “vivos” (avanzamos sobre el Río de la Plata. Una vez se lo dije a Don Alberto J. Armando, en su apogeo – me miró afectuosamente, con cariño basado en el mutuo conocimiento y no me contestó. Seguramente habrá pensado:
- ¿Qué me dice éste marciano?
Una técnica para evitar esclarecer, es hacer que no se escuchó. Dialéctica que le dicen y Don Alberto Jacinto Armando sabía un montón!
Salgo para Iguazú, si sobrevivo a la ruta 14, tendrán noticias mías.
Suerte!
E. Izquierdo.
P.D.: Uds. que andan con políticas y leen, ninguno de ellos tiene algún “proyecto loco”?
a) Entubar el Río de la Plata.?
b) Pavimentar la Cordillera.?
c) Ponerle a las calles los nombres de los corruptos.?
Ahora si, CHAU!
E.I.
" Yo era feliz cuando no tenía auto, pero tampoco tenía desencantos"
(la frase no viene al caso , pero me gustó) |