debajo en los finales del mundo

unas voces_ sencillas_y claras

rezongaban en el pueblo de Morris,
retumbando su melancolica forma metalica_sonora
mirada con heridas de los años
con una boca pequeña
Margarita _ la anciana llenaba el aire de su aldea tras recuerdos,
el mar no lejos de allí risas con el viento,
la soledades la poesía en la garganta de la pequeña isla de Morris.
Interrunpidos por algunos besos del mar- con sus rocas sin campanas,
tampoco algún cura presente_ Dios_
con sus árganos se mantenía en silencio su musical_ soledad,
los antepasados hombres de allí se mantuvieron alejados_ del monologo secular,
fue la gruta desnuda de Morris que contuvo por años_ los misterios de pequeñas canciones, cualquier halo de animal salvaje.
se avecindaba tras los días,
como un nuevo nacimiento,
de mano ha mano _ con el azar...

Juan_Poeta