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Inicio / Cuenteros Locales / Sandfra26 / Sara sintiéndose enamorada

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La lluvia era hermosa.
Los constantes colores formaban figuras extrañas que intentaba adivinar con mi mirada que clase de personajes, objetos o animales mostraban.
Sentía frio como el frio que se siente cuando estas en tu casa y empieza a llover; y sabes que esa noche que estas descubriendo, a pesar de la lluvia, va a ser una gran noche.
Salí del edificio y las gotas resbalaban por mi cuerpo.
Miré hacia arriba; sonreí y observé la cara de mi acompañante.
Pude entender y recordar que ese día era igual que la noche que descubrí que la persona con la cual entablaba día sí y día también conversaciones interesantes, iba a ser mi amado.
La magia brillaba por su apariencia en forma de colores.
Una farola, calle vacía, hombre y mujer observándose sin preocuparse siquiera que sus cuerpos esten siendo mojados.
Es más, disfrutando de que así fuera.
Un paraguas apartado y un beso apasionado y dulce.
Todo esto sentía; que pena que no continuara.
Justo cuando pensé eso me sobrevino la tristeza.
Miré al hace poco ausente compañero y me sonrió.
- ¿Recuerdos no?
- Sí, claro, siempre los tengo - contesté.
- ¿Pero te molestan?
- No, ellos no, me molesto yo.
Lo importante no son los recuerdos, sino los recuerdos que elegí para que me acompañaran.
- Piensas demasiado...deberías dejarte llevar más, al fin y al cabo, estas aquí, en el presente, y esta no es tu vida, la vida que sueles llevar.
- ¿Nos sentamos en ese banco?
- ¿No te molesta la lluvia?
- No, porque es nueva para mí; ¿acaso a ti te llega a molestar?
- Sí, un poco; me atraen los colores pero llega un momento en el cual me llego a cansar.
- ¿Y eso?
- Supongo que otras personas tambien pasaron por aquí y se aventuraron a cambiar nuestra vida; aunque fuera sólo a través de la imagen que estamos viendo en estos momentos. No es que me canse, sólo que creo que deberíamos ser nosotros los que empezáramos a utilizar la magia de poder cambiar las cosas.
- Pues hacerlo no?
- ¿Y como?
- ¿Por qué no te vienes a mi mundo? Igual aprenderías que hay gente que intenta no amoldarse a lo establecido.
- ¿Y os llueven gotas de colores?
- No, que va, por lo menos que yo me haya dado cuenta no.
- ¿Y tu mundo como es?
- Tampoco dista mucho de este; sólo que ahí todo es de color, aunque intentemos que sea lo más gris posible a pesar de la enorme paleta de colores que poseemos.
La gente es igual a vosotros sólo que tenemos la cara completa o solo una cara; todo lo contrario que pasa aquí.
Nadie tiene forma de animales aunque muchas veces los emulemos.
En mi mundo estan los seres humanos, los animales y los vegetales pero intentamos nunca juntarnos para que haya unos que se crean superiores con respecto a otros.
También hablamos pero no obramos.
Sólo lo hacemos cuando queremos dañar; bien sea de forma hipócrita diciendo una mala crítica de alguien por la espalda, somos vengativos, nos hemos acomodado para intentar no avanzar como personas, y luego estaría la Paz y la Guerra; dos términos que utilizamos pero sólo no centramos en el 2º.
- ¿Guerra y Paz?
- ¿Vosotros no lucháis?
- ¿Para?
- Pues no sé...en mi mundo se hace por la religión o el poder.
- Más bien se trataría de excusas, no. Luchar los unos contra los otros para conseguir cosas tan nimias?
No me parece correcto tampoco.
- Ya, ni a mí. Pero se hace; el por qué lo hacemos? No lo sé. Mucha gente critica esa situación o la maldad y luego son los primeros en procurar daño.
- O sea, que me estarías hablando que el hecho de convivir sería el estar desconfiando los unos de los otros.
- Exacto. Sí, se podría decir que sí. Añoramos la otra situación pero no hacemos nada para poder impedirla.
- Entonces en tu mundo no sonreiréis mucho, la sonrisa no tendría cabida ahí.
- Sí, sí que tiene. Otro caso es que esa misma sonrisa sea sincera.
- Una cosa que no entiendo; que no logro comprender y que estoy oyendo; me estas diciendo que decis algo de lo cual estais en contra y luego sois los primeros en hacer lo mismo que estais criticando?
- Claro.
- Y que sonreis sin de verdad sentirlo?
- Exacto.
- ¿Como podeis soportar esa situación? Debe de ser muy dolorosa.
- No es exactamente dolor lo que se siente. Sentirse defraudado sí. Creo que nos hemos acostumbrado a eso y el hecho de que el ser humano sea alguien capaz de amoldarse a cualquier situación ayuda.
- Por eso viniste a este lugar; por qué te has amoldado?
- Muy irónico estas siendo tú; igual no soy humana. Fíjate, o reniego de serlo.
- Y a este lugar te has amoldado?
- Tampoco he recibido nada lo suficiente malo como para no hacerlo.

De repente la lluvia cesó y un gran arcoiris nos guiñó un ojo.
Mi piel dejó de estar gris y fria para volver a su estado normal. Inclusive llegó a convertirse más hermosa si aún cabe. Una piel tostada, un beso a medianoche, un paraguas en el suelo, una farola alumbrando mis ilusiones, una calle más concurrida, hombre y mujer disfrutando de la cara del otro y observando que su magia ha hecho que la lluvia de colores desaparezca.
Otro beso.
Y otro.
Y una mirada cómplice a modo de gracias con una sonrisa de sentirme protegida a mi compañero de andanza que se hallaba sentado junto a mi presencia.
Olor a algodón.
Y azúcar en los dos corazones que saltaban de alegría hallándose sentados en el banco.









Texto agregado el 16-06-2006, y leído por 116 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
20-06-2006 muy bueno***** lagunita
16-06-2006 Genial.Ideas nuevas con pecados viejos.Diálogos surrealistas.Muy bien narrado e interesante. Una frase de antología: "lo importante no son los recuerdos, sino los recuerdos que elegí para que me acompañaran" Te dejo cinco estrellas de colores castillo77
 
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