Cual furtivo viajero de incaminables
caminos
de ventiscas suaves
y alborotados cielos
he llegado al umbral de tu puerta
desconociendo parametros...
tentando lo prohibido,
amando lo que genera un
anochecer tardío,
me he quedado parado admirando
tu rostro,
tu inquietud travieza
de sabores que empiezan
a prodigar armonías, en los cambios
alegres,
que vienen con el viento...
Texto agregado el 15-06-2006, y leído por 132
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Lectores Opinan
22-07-2006
Hermosas líneas escribes, como una brisa para recorrer...***** clear_su
16-06-2006
Sabes captar y expresar "ese" instante. Conmueve. indianala