Homenaje a León Felipe Camino poeta español en su aniversario.


Entre la calle de la Bodeguita del medio y la casa de Alejo Carpentier, mientras caminaba por las calles de la Habana en mi primer viaje imaginario a Cuba.
La calle se encontraba vacía de caminantes, era diciembre y el viento retozaba con los copos verdes de los árboles, mientras yo me distraía viendo las vitrinas de las tiendas del lugar cuando me atropelló un viejo diario que el viento arrojó contra mi rostro, bueno… a mi frágil cara, mejor dicho en mi perfil griego. Por instinto mi mano apartó el fragmento, lo tomé para tirarlo a la basura cuando alcancé a leer aquel titular “Muere en México el poeta español León Felipe Camino”, era junio de 1986 entonces en sus apartes decía: un poeta tardío. De esos muy escasos que llegan a la poesía no en la juventud sino en la madurez. El segmento contenía un fragmento suyo.

¡Que lastima
que yo no tenga comarca,
patria chica, tierra provinciana!
ninguna de estas tierras me levanta
ni me exalta
para cantar siempre en la misma tonada
al mismo río que pasa
rodando las mismas aguas,
al mismo cielo, al mismo campo y a la misma casa.
¡Que lastima
que yo no tenga una casa!

Paulatinamente, él se va despojando de todo, de la patria, de la casa, del abuelo, hasta llegar a preguntarse angustiado:

¿Qué voy a cantar si soy un paria
que solo tiene una capa?

Aún conservo el trozo del diario “Gramma” enmarcado colgando de la pared de mi señero cuarto.

¡Que lastima
que no sean míos esos versos!