Anoche yo tuve un sueño
con nuestro sueño soñé,
porque tú estabas teniendo
mi mismo sueño de ayer…
Añoré la flama de tu sexo
en el mío
y me estremecí al comprender
que mi cuerpo
sufría del frío,
de la desnudez
por la ausencia de tu piel…
disfruté del musitar de tu deseo
en mi oído
y esto fue lo que escuché:
EL DESEO DE UN VARÓN
Formas gráciles que agradan,
atraen y encantan
la mirada de un hombre
que disfruta
y se enfrenta a una batalla
de pasiones
con una lanza levantada…
Me sonríen tus labios
tu nariz se insinúa,
tu mirada me quema…
Senos respingados,
cintura de atajo
hacia el cielo;
muslos de empinada
hacia lomas que perseveran
al telúrico movimiento
de emociones proyectadas
en la fisiología entera
de mi cuerpo.
Mis manos deliran
por tocar esas formas gráciles
que imantan mi mirada,
al ver cómo caminas
y te mueves,
cual cinéticas frágiles,
que aumentan mi deseo
de oneirismos que cantan
la música que huele,
el olor de los poros,
el ruido de mis ojos
y el sabor de tu sexo.
Mi cama está desierta
por ahora,
de tus formas que espero;
sólo mis sueños la llenan
de posiciones eróticas,
cuando el gozo profiero
sobre tus curvas que entregan
y recortan
el camino a la gloria.
En mis sueños te beso,
te susurro y te abrazo
entre oídos y cuello,
y los botones de tu atuendo
se anulan por ineptos,
mientras mis manos
se avivan en tu cuerpo
de formas que agradan
y suavizan mis dientes
y endurecen la gracia
de la carne que crece,
de un torrencial viaducto
que gritos lanza
al final del ayuno
por el eterno anhelo
de regar tus entrañas
por tu exterior ceñuelo
de tu interior de fuego.
Es que tus gráciles formas
de curvas excitantes
me muestran el sendero
de la antorcha…
y conduzco anhelante
al lugar del trofeo…
Los ropajes caen derrotados
en la lucha sin tregua
por alcanzar la gloria,
sólo labios
sólo, lenguas,
sólo brazos,
dedos, piernas
y músculos vibrantes,
consiguen la victoria.…
Mila |