Dos debilidades que atrapan y encogen mis pensamientos, dos extremos de la vida que estremecen mis entrañas, de simpre, los niños y los ancianos…los contrastes unidos por generaciones salpicadas llenas de sabiduría y desconocimiento, alegría y compasión, sueños y pesadillas, alejados por el tiempo y tan cercanos en el espacio, solo ellos caminan los demás vamos subidos en el vehículo de la vida, sin pensar, casi sin inmutarnos, la vida sigue corriendo hacía ningún lugar concreto.
Ayer, una de las imágenes más hermosas, un chaval, joven tan joven como su inocencia dejó su sitio en el autobús, un sitio casi en su propia vida para que las canas ocuparan su lugar, otros nos levantamos, pero él eligió el mejor, el no cedido por la educación sino el regalado desde el corazón. Un beso a los que saltan generaciones, unido al abrazo de los recién llegados…
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