Benditos sean todos aquellos que puedan gozar de tener a su padre.
Benditos sean aquellos que puedan decir papá y que la frase no se la lleve el viento.
Cuando era mas joven hace 10 o quizas 11 años, queria una bicicleta de montaña con amortiguadores y unos manubrios de esos largos y doblados parecidos a los cuernos de la cabra; pues la mia tenía de vida casi 27 años, era de esas con una llanta grande y una chiquita adelante que mucho se ponchaba, no tenia frenos pegados al volante si no que frenaba hacia atrás dando un rechinido paracido al de una olla express cuando anuncia que esta la comida: pero, siempre que estaba apunto de tenerla algo pasaba y me quedaba con la misma.
Después cuando estaba en secundaria lleve la carrera de computación, en ese tiempo el windows 95 estaba en su apogeo, apenas si nos dejaban usar las maquinas por miedo a que las descompusieramos, pues estaban tan caras que el gobierno solo dono 15, asi que teniamos que usar dos personas y a veces tres, una sola maquina, aprendiamos muy poco, ademas de que el tiempo que teniamos para usarlas era de una hora, osea 20 minutos cada quien. Yo deje aquel deseo de una bicicleta y lo cambie por uno mayor según decia mi mamá, pero tampoco llegó, las maquinas fueron avanzando tan rapidamente que habia unas que hasta servian de estereo, y volvi a mejorar mi deseo por una de esas, pues imaginense poder oir música mientras haces trabajos era simplemente sensacional. Cuando mi deseo ya casi se veía coronado, cuando ya habiamos ido a ver la posible compra…mi padre enfermo.
Yo deje de verlo como antes, con ese espiritu libre que lo caracterizaba, ahora tenia la piel marchita, una bolsa con agua hacia el papel de riñon, no podia comer cosas con sal y aquella fea situación tiene un nombre mucho mas feo “dialisis”, caminaba quedito los primeros dias, tenía excesos de tos que terminaban con una saliva espesa, aveces nos despertaba en la noche y teniamos que ir por el alcohol, su mirada se llenó de una tristeza tan honda y sus labios se resecaban al contacto de la interperie.
Mi padre perdio aquella luz que parecia guiarnos a todos, siempre fue mi heroe y uno jamas quiere ver a su heroe derrotado, asi que salia con mis amigos con mayor frecuencia, pues casi siempre encontraba a mi madre llorando, o aveces me decia que lo abrasara mas, que me quedara con el, supongo que mi padre tambien se daba cuenta, por que cuando estabamos platicando lo haciamos de tantas cosas y con tanta facilidad, excepto de su enfermedad. Rompió muchas reglas por mi, me llevaba de pesca y se metía a nadar que fue lo que mas le gusto en la vida ya que fue marinero, con el agua sucia y con el peligro de que se le rompiera el cateter que llevaba en su estomago, mi padre fue maravilloso.
El día mas triste de mi vida fue aquella tarde del 28 de enero, lo encontre postrado con fiebre y gripa, estaba mi hermana y mi madre junto a el, yo llegue y me puso en el comedor, tenía mucho miedo de verlo, de preocuparme, de llorar junto a el, mi madre me hizo señas de que entrara antes de que se fueran al médico, jamas he sentido tanto miedo como ese día, lo abraze al momento que el me abrazó, lo bese en su frente, y pude verlo llorar, ya nadie estaba en el cuarto mas que nosotros, me volió a besar, y antes de que mi madre entrara diciendo que ya estaba el carro listo para ir al hospital, me dijo la frase mas dolorosa que he oido a veces la vida no es sufiente, tenía tantas cosas que mostrarte tanto que enseñarte. Se levanto con la ayuda de mamá y salio por el umbral de la puerta, yo tenía ganas de ir pero quien sabe por que razon no me dejaron. Jamas lo volvi a ver.
Yo pense que solo iba a que le recetaran unas pastillas o que quizas necesitaba inyección o transfución de sangre como otras veces, pero no.
Esa noche fui con la única persona que sabes puede ayudarte; Dios, hable con el y pedí por mi padre, que no se lo llevara, pero aun recuerdo sus ojos cuando estaba cruzando la puerta, y creo que el ya sabia que jamas regresaria.
No llore cuando lo estaban velando, ni tampoco en el entierro, dice mi familia que no tengo corazón, jamas le contesto. No hable por tres semanas completas entraba como sonambulo y salia igual, mi piel se decoloro igual que la de mi padre, mi sonrisa cambio, quizas nadie sabe o nadie se de cuenta, pero tengo los mismos ojos tristes de mi padre cuando estuvo enfermo.
Ahora no quiero una bicicleta ni como aquella que solia querer ni como estas nuevas que han salido, tampoco deseo una computadora; ahora que hay modelos nuevos e internet, puedes hacer tu propia música, nada de eso se me antoja, soy una persona muy triste.
Si pudiera pedir algo pediria volverlo a ver, saber que esta bien, abrazarlo, besarlo, irme a pescar, le diria que lo quiero, jugar con el; voy a misa cada domingo, y he oido que dice el padre que los que fallecen siempre estan con nosotros pero eso a mi no me llena, no puedo ser feliz si el no esta a mi lado, a veces cuando voy llegando a mi casa corro hasta la hamaca donde soliamos acostarnos, para ver si esta ahí cantando, aveces cuando despierto tengo la sensación de que lo voy a encontrar comiendo, pero no está solo su eco, solo el sonido de sus risas.
Tengo miedo de que jamas lo vuelva a encontrar. Quizas debi haber llorado aquel día pues lo sigo haciendo cada noche desde que murio y siento que mi corazón se quedo enterrado con el
Benditos ustedes que pueden decirle PAPÁ a alguien y este les diga hijo
(jamas es tarde para reconcialiarze con el, jamas es tarde para darse cuenta que no pasan tiempo juntos, jamas es tarde para besarlo, para abrazarlo, y ojala que no tengan jamas que verlo caminando en el umbral de la puerta y que jamas regrese)
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