Recibí el golpe, lo tome con calma. Vi correr mi edad, y no me espanto. Madre y Padre, hijo e hija. Los hilos del destino Tejen el último mantel. La mesa dispuesta no Muestra la mancha de la Culpa. Y es tan diáfana la sensación, y es ella la elegida a caer. Madre e hija, hijo y Padre. La herencia moja la tierra. Cuanto más, Cuanto más
Texto agregado el 15-06-2006, y leído por 121 visitantes. (0 votos)