Ahora que se que me voy, todo se me antoja distinto, el tiempo trascurre lentamente y flota en el aire un toque de magia.

Trato de descubrir que esconden esos rostros cotidianos que jamás observé detalladamente pero que siempre han estado allí con sus historias y secretos.

Ahora que se que me voy, el verde es mas verde y la brisa llena de libertad mis pulmones; cada abrazo es mas fuerte, cada beso mas profundo y cada palabra mas sabia, cada ser mas querido, cada instante mas valorado y cada sabor mas intenso.
Las despedidas traen consigo ese nudillo en la garganta que desemboca en lágrimas, esas mismas lágrimas que quiero conservar como compañeras de viaje, cuando mi vida se transforme en recuerdos.

Ahora que se que me voy... No quiero irme