La vida inquieta defiende el tiempo con pasados fúnebres y futuros alarmantes.
Sonrisas que vienen de humanos y dioses. Rutinas perpetuas de desayunos y oraciones.
Castigos merecidos e inmerecidos. Llantos de arrepentimientos de vida, gordura y amor.
Supersticiones de santos, de hombres voladores y hadas madrinas; de uvas y velas fiesteras.
Estudios científicos de pasados rupestres y salmos de adoración…
Poetas, cineastas, filósofos, héroes, anticristos, intérpretes, mi perro cadáver.
América, Europa, Asia, Oceanía, África; mi pueblo.
Solitarios, faranduleros, mercaderes, limosneros, políticos, mis versos…
La tierra, la luna, los planetas y aquella estrella que bajaría por Katia.
No se nada de ellos ni de descubrimientos y pasados históricos.
Me gusta ser ignorante, vivir mi mundo, cantar de ves en cuando y desayunar café sin noticias. Los demás preocupan algunos votos políticos, cambios de clima y periódicos de farándula.
Vivo de algunos sueños y de algunos versos…
Sufro mucho a veces… pero el mundo me hizo así.
Así de tonto e ignorante, despreciado por la humanidad y de críticos poetas.
Mis sencillos versos son fáciles de entender, pues me gusta que también aquellos niños lo lean y me admiren. Confió mucho en ellos para un futuro mejor; por eso a veces protesto contra esos radios de regueeton y sus bailes de sexo.
La vida es esa.
Esquizofrénicos que cambian da tema en su escribir, y vidas fingidas y pensamientos tontos…pero es vida, vida…
Agradece a dios por eso. Por la vida, de lo demás preocúpate tú que es muy censillo sobrevivir…
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