Yo soy el que todo lo ve, el que todo lo siente. No estoy en este mundo como ustedes. Pues yo soy el que todo lo hace, el que todo lo puede.
Mis noches son largas y vivo de ellas, no las disfruto como ustedes ya que yo mismo soy la noche no así las estrellas. No hay luna en mi oscuridad solo una tenue y fría brisa.
Qué hay entre las almas, entre los cuerpos.
La noche.
La fría brisa de la oscuridad.
Hasta que el sol se pone no soy mas que nada dando vueltas por el mundo. Rogando que se vaya la luz y deje de quemarme.
Yo soy el que todo lo puede, y en la oscuridad lo puedo aun más ya que es mía y en ella viajo y me transporto.
No soy mas que la noche, noche de invierno. Fría y doliente. Dolorosa como mi vida, durante esta noche, triste noche de alcohol y recuerdos, triste noche de realidad, de encuentros. Pero en la oscuridad mis heridas sanan como las de un perro que se lame. Como un perro escondido en este cuarto, con este fuego y dolor de no saber ni encontrar las respuestas. Sin saber utilizar el día, disfrutar el sol, siendo prisionero de esta jaula que es el cuerpo. Oscura alma es la mía, sin destino...
Yo soy el que lo creo todo yo era todo antes del día, de mí salió la luz que hoy ilumina, de mí salió la vida que hoy me hiere, y todo vuelve a mí sin pedir disculpas, simplemente todo retorna a la oscuridad de donde se partió, todos vuelven mas no agradecen haber conocido la luz. Luz que ni yo mismo creador de todo, conozco.
Creador de la luz, por que me hiciste tan oscuro. No ves acaso mi sufrir. Mis oscuras lágrimas llenan este negro mar de llanto, de sufrir.
Al menos dame esperanzas, no me dejes morir en esta eterna vida sin muerte, dame la muerte sin sufrir dame la vida sin noche, sin heridas de día. Dame la oportunidad que le diste al hombre dame la muerte de noche. Dame la esperanza de poder nacer de nuevo, dame la vida.
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