Todo un día,
un minuto,
una vida.
La casa tiene
su cuerpo vestido de flores
y el aire que la emancipa
borracho de aromas y olores.
Olores de jazmines, zorrinos y magnolias.
Todo un día,
un minuto, una vida.
La casa sonríe llena de vos,
sos su jardín,
de las flores
su latido,
sos el alma de los aromas
y la frescura del cristalino río.
Sos la casa,
su contenido.
Aire, brisa y rugido,
sos murmullo, muelle y lorería,
el abrazo fuerte,
el pan caliente.
Sos la mujer,
la madraza,
la compañera, la amiga.
Como dije:
de la casa su contenido.
Con vos,
la casa tiene todo,
un día, un minuto,
una vida.
A: Isabel, mi amiga.
Quien me honra con su noble amistad
en estos últimos 20 años.
|