IV [Canto Cuarto]
¡Como odio estar enamorado! Me siento tan imbécil y aún más indefenso, sin atreverme a hablarte, guardando mis sentimientos, maquillándolos, ocultándolos bajo 7 máscaras y protegiéndolos bajo 3 cofres.
¿Si hubiese nacido bello sentiría lo mismo? ¿Si hubiese sido bello sería acaso feliz?
¿Acaso no recordáis vuestra maldición? ¿No os acordáis que sí naciste bello y acabado de perfección? ¿Acaso olvidaste de la delicia de vuestra infancia y que de toda piedra preciosa era tu vestidura? ¿Queda algo de vuestra antigua arrogancia? ¿Queda algo de vuestro viejo orgullo?
¿Pero ahora que soy? Solo un horrible adefesio, un monstruo… un esperpento.
Una horrible maldición cayó sobre mi rostro obligándome a usar estas máscaras que amo y odio, como a casi todo, como incluso a mí… pero tú, para dicha o desdicha no lo sé, me desenmascaras con tanta facilidad, dejándome indefenso a merced de vuestra sonrisa y me siento tan imbécil de pensar que podrías pertenecerme. ¿Por qué el amor nos hace tan débiles, tan infelices si no somos correspondidos?
V [Canto Quinto]
¿Por qué no puedo ser Feliz como los demás mortales?
¿Por qué siendo amor, si nadie corresponderá mis pensamientos?
¿Por qué este martirio se repite una y otra vez?
Uno se enamora y piensa en dicha, a pesar que ese amor es inconcebible. Piensa en ella olvidando todo e imaginando cosas. Tergiversa todo para que calce en un rompecabezas sin sentido. Incluso llega a mentirse. Hace todo esto para pensar que la otra persona siente lo mismo y aunque la realidad es evidente, uno se aferra a un pequeño milagro. Pero la Verdad -Jueza inexorable-nos espera para golpearnos con una fuerza insoportable. ¡Qué extraña brujería es el amor y como (realmente) nos ciega!
VI [Canto Sexto]
Hoy una bella mortal sonrió con mi triunfo y pareció real su alegría, aunque solo Dios conoce los corazones, ella es perfecta y a la larga será feliz con el que sea su amado. Me esforcé en descifrar su sonrisa y descubrí algo que ya sabía y que me aterra, algunos mortales me tienen “cariño”, perdón reemplazo cariño por compasión cuyo significado es más adecuado, realmente no sé que es peor que se asusten con tu rostro o que les des Compasión, cuya prima hermana es la Lástima.
La vida es triste solo, pero mi sentencia es irrevocable, no sé si realmente la felicidad consiste en estar con otra persona pero mi maldición esta hecha.
VII [Canto Séptimo]
He marchitado mi vida buscando la felicidad para atraparla, para contemplarla, para entenderla.
¿Cómo podéis describir la belleza de las olas revoloteando sobre las rocas a un ciego? ¿Podéis explicarle a un sordo como se siente tu alma al escuchar “Claro de luna”? o ¿Cómo se desgarra vuestro corazón con cada nota del piano?
¿Me podéis explicar la dicha de sentirse amado? ¿La tranquilidad de estar acompañado? o ¿El gozo de despertar junto a los latidos de tu amada?
VIII [Canto Octavo]
Traté de buscar el amor para mí, mas no lo halle.
¿He sentido amor? Sí, probablemente sí.
¿Me he sentido como un estúpido? Sí, cada vez que la veo.
¿Todas mis ideas y mis dogmas los ha desarticulado una extraña? Sí, cada uno de mis pilares los ha derrumbado con su belleza.
¿Has sentido en tus labios el roce suave de vuestra amada? No.
¿Has sentido que una mujer te ame y te desee como hombre? Nunca.
¿Has pensado que ella sentía lo mismo por ti? Sí, y es lo peor, he interpretado una y otra vez mal las cosas, confundiendo simpatía por amor, compasión por cariño, amabilidad por atracción.
El amor te vela solo te permite ver lo que deseas, lo que no corresponde con tus pensamientos lo desechas.
IX [Canto Noveno]
Insisto nosotros los monstruos no deberíamos enamorarnos, deberíamos ser fríos e insensibles, como imponentes estatuas o como grotescas gárgolas. ¿Por qué nosotros somos los que sufrimos? ¿Por qué nosotros somos los que lloramos? ¿Si la belleza se alejo de mi rostro porque aún la admiro tanto? ¿Por qué solo de lejos puedo observarte para que no pienses que te persigo?
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