Mi papa tiene un peso grande sobre su espalda…lo golpearon y el tipo lo reto para pelear dentro de dos semanas. El problema es que en esta primera vez, resulto ser “cobarde”, simplemente se retiro, y cuando lo hizo vio que lo miraba fijamente. Soy su hija de 12 años…y, enfrente de mi aunque finja no serlo, un cobarde, sabe la verdad. Si se enfrenta a ese tipo definitivamente mi papa tendrá “bolas”, y por una corazonada que no entiendo apuestan a su favor pues todos van en contra del grandulon. Con estos deseos entrecruzados…no se lo que ocurrirá. Mi papa representa los deseos ocultos de todos contra ese tipo y no les puede fallar al no asistir. Y este es otro gran agobiante peso. Vaya compromiso.

Extrañamente mi papa se presento a la cita puntual, luciendo ropa sport, vistiendo un carácter invencible, y un magnetismo deslumbrante. Se le acerco y le dijo: “No peleare”

No pude impedir que se me humedecieran los ojos. Papa me agarro por cintura y me levanto sobre su fuerte hombro. El me pregunto: ¿Crees que le hubiera ganado? A lo cual replique: “en realidad desde antes ya lo habías vencido.”

Te amo

Tu hija