Después de mucho pensar tanto... después de romperme la cabeza de tratar de evadir a la maravillosa variedad televisiva que nos ofrece el mundial de fútbol, nada significa bastante. La nada misma, el cero, lo nulo, lo inexistente que muestra, paradójicamente, su existencia con una sola palabra. NADA, algunas veces es lo que piensa uno cuando está mirando a la persona que te gusta, estando ahí, parado y mirando con una irresistible cara de idiota, NADA, es lo que hacen los sabios, los que nunca se meten en problemas... y que no pasan a la historia por hacer nada. También nada es lo que piensan los mediocres, los abominablemente estúpidos, que algunas veces tienen una vida ostensiblemente mejor, a lo menos en este país... en el cual para tener éxito hay que ser mediocre o ser un genio, pero un doctor de geniología... pero si eres un genio no más, nunca destacarás por ser eso, ya que sólo eres un genio y luego un santo, un virtuoso, cuando estés muerto. ¿Ves? Hacer nada es la justificación para no hacer algo, pero a la vez, hacer nada... si lo piensas bien... al hacer nada, haces algo, una cosa que no existe, una fantasía, algo sin utilidad práctica, filosofando, en todo caso... yo al escribir esta reflexión no estoy haciendo nada ¿No cree?