El corazón es un órgano del tamaño de un puño. Ven?. Yo diría que del tamaño del puño de la mano más chiquita que tengas. Al corazón lo sostienen venas y arterias. El corazón vive de chorros de sangre. Late, late.Traviesamente suele invadir tu garganta cuando quiere salirse por la boca.
Los seres humanos no tenemos control sobre él. No es cómo con el aire de la respiración. Quieres nadar? Pues bien tan solo impide el ingreso natural del aire infeccioso a tus fosas nasales. Quieres que tu corazón deje de latir? Perdonalo pero no lo hará. A menos que decidas coger un gran puñal y lo mates. O tal vez puedas abrirle a la sangre un camino a tu más sensible realidad. Pero cuidado, porque él luchará con todas sus fuerzas. Luchará contra ti y tu humilde existencia.
Es manipulador,incoherente y terco. Tu lengua puede ser víctima de sus sucias trampas. Y con astucia hará que las palabras como un soplido lleguen directo a los oídos ávidos de ponerte en ridículo. Oídos expectantes. Aquellos que se burlarán de las tontas proposiciones que suele hacer tú corazón entre sístole y diástole.
En el momento en que estruendosamente suene el no, creará el corazón un infarto en espera. Ese infarto por el que tiempo después decidirá dejar de latir. Sin preguntarte ,por supuesto. Sin tomarte en cuenta. Tan solo utilizandote a modo de objeto. Abusando de tu hospitalidad para poder encontrar uno de su mismo tamaño. Uno que está prisionero entre las aurículas y ventrículos.
Texto agregado el 12-06-2006, y leído por 168
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Lectores Opinan
12-06-2006
Sístole y diástole de letras bombeando pensamientos, irrigando sentimientos, explorando sensaciones... piratazul