2:05 AM
Enciendo un cigarrillo y fumo mientras pienso, y miro y siento; o no siento nada.
Otra vez una de mis noches vacias y solas, en el cuartico de un hotelucho barato. El espacio es reducido, sin mucho lujo, una cama, dura e incomoda; con huellas de todos los arrebatos y amorios vividos por la gente. Seguramente personas como yo, que recurren a este lugar para saciar su sed de sexo con una extraña.
En una esquina, esta incomoda butaca donde estoy sentado.
Botellas de cerveza por todos lados, y hasta un vino barato con un gusto seco y amargo. Las colillas de cigarro en el piso se agrupan por doquier.
En la cama, una persona desconocida con quien hice un contrato corto, por placer.
Fue una buena noche (pienso) llena de deseo, sexo, sudor, una noche salvaje. Humeda, caliente, cansada....vacia.
Me siento triste y solo; aunque nunca me han faltado las viejas.
Cada fin de semana es la misma rutina. Una y otra vez. Llenando mi vida de nada. Bebiendo hasta entoxicarme el higado para no ver, para no sentir, para no ratificar una vez mas que me he convertido en una basura. Una maquina incontrolable, un adicto a la carne, al pecado, al placer. A veces es inutil.
2:40 AM
Voy hacia la cama. Retiro las cobijas.
- Despierta. (digo en tono serio y seco) Ya es hora de irte.
Ella abre los ojos, como una gata perezosa y satisfecha que ha correteado mucho detras de un raton.
- Dime cuanto te debo. (pregunto mientras tomo mi billetera)
Ella me vuelve a mirar, como si mi pregunta es demasiado obvia y no merece una respuesta.
Extiendo mi mano, y le doy lo de "siempre" y unos billetes mas para que tome un taxi.
Se viste, y se va con una sonrisilla picara en sus labios de carmin; no dice una palabra. Ya hizo su noche. Aunque probablemente trabaje horas extras y asi completar su renta.
Miro a la ventana, y ahi esta la luna, la fiel testigo de mis noches desoladas, la unica que sabe mis secretos, quien me entiende y hasta me guia. Luna blanca y pura que alumbra mi camino en las noches, que acarica mi cara cuando estoy triste, que me acompaña siempre. Luna, majestuosa piedra iluminada nunca me faltes. Eres la unica que consuela mi ser, mi corazon roto y duro por los desastres humanos vividos.
Y dos lagrimas se asoman a mis ojos y caen, rodando por mi cara y haciendome sentir que estoy vivo. Pero no vale la pena llorar. Esto es una maldicion, que se repetira el proximo domingo. |