Eres una rosa. Roja, sola... sola en el jardín tambien rojo, que te ofrece mi corazón. Tus petálos no caen, no se marchitan, no serás nunca abono en tierra. Tus raíces rojas, solo se nutren de mi, de la sangre que ofrendo para tí. Hendrick González.
Texto agregado el 11-06-2006, y leído por 358 visitantes. (3 votos)