Tengo sueño, cada día despierto y regreso a la cama, y en la cama duermo pero no mucho pues sueño y sueño que todos en el mundo caminan con los ojos cerrados, durmiendo, roncando y, posiblemente, sueñan y sueñan, entrando a sus trabajos donde hay puras camas o espacios donde se echan y junto a una pantalla en donde aparece un tío y una tía o un dios, todos, durmiendo en posiciones extrañas, unos sentados, otros gritando, comiendo, besándose o amándose, pero todos durmiendo como yo que estoy echado en mi cama cubierto con cinco frazadas y cinco pijamas, y tres almohadas porque me gusta dormir sobre almohadas de pluma de ganso, perfumadas y chiquitinas así como mis manos, de tal manera que las junto en un montoncito y las pongo en mi espalda, en mi cabeza, en mis pies y otro, en mis manos, y duermo increíblemente, así como esos angelitos en el cielo aunque mis sueños son increíbles, por ejemplo la otra vez soñé que estaba en un baño y todas las cosas del baño tenían ojos, orejas, pelos, manos y bocas, el inodoro era una boca grande que hablaba y apestaba, era terrible y la bañera era como una vieja que lloraba y lloraba, y en vez de agua salía orines, era muy desagradable y en el espejo no había nada, no se veía nada mas que blanco, blanco así como el papel, como esas nubes cuando una mira el cielo de la sierra, eso sí que es lindo de soñar cuando uno se mira en el espejo del baño, es como mirar el cielo, el universo, quizá sea eso, sea yo el universo, uno que sueña y que duerme en una cama cubierto por cinco frazadas, y sueño, sueño que duermo, y duermo que sueño, como será, y lo peor es que no sé si esto que escribo lo he soñado o lo ha escrito el que sueña, cómo será, ya lo sabré cuando empiece a soñar, pues los sueños tienen eso de misterioso, siempre te dicen o te avisan las cosas antes de que sucedan, como esa vez en que salía de mi casa y vi que un perro me detenía, me ladraba y me trataba de morder, y cuando me mordió sentí que algo de mí se derramaba como agua en la calle, como si fuera un globo de agua, hasta que vino el ardiente sol del verano , porque era verano en mi sueño, y comencé a despertar, volar, ser como una blanca nada, una nube, así como cuando en mis sueños me miro al espejo y no veo nada y todo es blanco, como las nubes, el cielo de nada, es bello, y cuando salí de aquel sueño vi que estaba cayéndose la repostería de la casa, me levanté y vi que unos hombres con caras malas así como el perro de mi sueño estaban tratando de romper la puerta de una casa del vecino, entrar seguramente para robarle, pero iban a lograrlo porque fui al teléfono y llamé a la policía, pero estos no respondían, pensé que dormían como acostumbran a hacerlo cuando paso por uno de esos autos policiales, y allí tuve que tomar valor, y uno muy grande porque podía salir lesionado o muerto, o mordido así como el perro malo de mis sueños, y así tomé la decisión de pensar con inteligencia, y entendí que debía de avisar a cualquier persona, y cuando traté de gritar que alguien trataba de robar observé que no había nadie en la calle, mas que gente tirada por los suelos durmiendo, roncando, soñando, me sentí raro, quizá dentro de un sueño de otro sueño, y cuando miré a los rateros con cara de perro noté que ya habían entrado a la casa de mi vecino, extrañamente sentí el impulso por salir de mi casa y entrar a la casa del vecino y cuando llegué a la casa de mi vecino vi a todos los rateros durmiendo en medio de la sala, enroscados así como los perros de la calle, uno de ellos tenía cola, y la movía cuando una mosca se le ponía en su fea narizota, así que tuve que volver a mi cama y dormir como siempre, echado con mis cinco frazadas, y soñar que estoy despierto, eso sí me gusta pero no soñar con pesadillas de perros, de rateros, aunque siempre te avisen que algo malo está por suceder aunque nunca sucede nada que no sea un largo e infinito sueño que nos abraza como las alas gigantescas de una gallina con las plumas de color blanco así como cuando me miro en el espejo del baño de mis sueños...
San isidro, junio del 2006
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