Una nueva carta


¡Diablos! Si la vida me diera otra oportunidad, la tomaría con gusto, sin chistar.



Quiero amarte nuevamente, tenerte sin odios y sin reservas.

Vos sabes lo que se viene, el Apocalipsis.

Sin que nada lo detenga, y nos dará justo en las narices, seremos golpeados, apedreados y querrán lapidarnos.

¿Estaremos fuertes para aguantarlo?

Mi boca se llena de besos disparados al infinito.

Tu boca se llena de besos recogidos en el espacio de nuestro nuevo tiempo.

Sin límites nos besamos, desafiamos fronteras, desafiamos promesas. No nuestras, no propias.

Promesas hechas en un tiempo infiel a nuestro tiempo. Creadas para fundar lo inexplicable.

Yo persistí, no baje la guardia y hoy mi ojos se llenan de letras que me gritan en las pupilas…

“Yo la amo, carajo, yo la amo, mire lo que estoy diciendo…”

Y todo fluye, se oye el rugir del agua en la cascada, las glicinas de la nada florecen, los pájaros despiertan en un grito-canto, interminable.



Y usted me ama. Como yo.

Solo que lo mío no es descubrirlo hoy, pero ya no importa.

Volare a su encuentro, en un día determinado, seremos uno como antes.

No hace falta adivinar el día, esta escrito, lo llevamos en el alma.

Y seremos uno, como el último día. Y seremos uno como en el comienzo de la vida.

Luego, sin despegarnos, entraremos al mundo infinito de los sueños y volveremos a habitar nuestro espacio.

Yo lo espere, ya esta aquí, de nuevo en mis sueños -Que nunca dejaron de soñarse-

De nuevo en mi vida, de nuevo en mi centro.

Aquí, sin mas que hablar.

Yo volare hasta su espacio, habitare su entorno y reiré, como alguna ves supe, reían en mi espacio.

Yo volare este otoño, seré su primavera.

La sal lavara mis pies y mis sentidos se acurrucaran en su pecho a reposar las tristezas que me habitaron este tiempo sin su amor.

Yo volare en su verano, llevare mi invierno para que lo corra a empujones de nuestra primavera.

Hágame un lugarcito en su pecho. Déjeme habitar el nido vacío que deje en su corazón.

No me diga, ¡No!

Permita que mis ilusiones vuelvan a vivir.

Porque yo, jamás dejare de amarlo.

Pero permítase, soñar nuevamente, que el mundo volvió a girar.

No se lastime más. No nos desangremos sin motivos, soñemos, volemos.

Coloquemos el nido debajo de algún frondoso árbol de la isla.

Esa, que me regalo y esta en un rincón del paraíso que habíamos olvidado y adonde nos dirigimos porque encontramos el camino nuevamente...Eso creo hoy...

¿Será posible?

¿O eh llegado tarde?


Latidos ®
08-06-06