Las hojas secas de los arboles se desparramaron, golpeadas por el viento helado y yo me quede quietecito, para que a mi no me tocara. Pero siempre daña. Encendi el "pito" antes de que volviera. Oscuros y siniestros dias, tan oscuros como el peor de los corazones, tan siniestros como el mas barato Coñag de las botillerias de por aca. Sonaba en mi cabeza esta historia, como si el viento de la cordillera me la trajera junto con el canto de las ratas del canal. Tras los autos chatarra del pasaje vi aparecer a los camaradas, pateando la perra como de costumbre, los vi mientras trataba de cubrirme de la ventolera de los infiernos que se armo. En sus caras de naufragos se veia la sed inmenza de estar atrapados en medio de un mar de sal, andaban tras algo, se alejaron. Tristes y tenebrosos dias, tristes como la sonrisa de las gentes que pasan su vida en este gran charco de aguabarro, tan tenebrosos como el peor de estos callejones cuando cae la noche. Como fantasmas, tan palidos, vi aparecer devuelta a mis amigos y tras ellos el viento enpujando otra vez. El "Michel diablo" entre todo ese remolino de hojas destapo la botella de Pisco, cual el mejor de los barman lo convino, cuatro tantos de pisco, un tanto de bebida, suave, facil. Bebimos conformes mirando de reojo las nubes oscuras que parecian querer aplastarnos en litros y litros de agua. El "Juanguaren" bebio y la calle se lleno con los diarios sucios de la feria, traian las mismas noticias de semanas, volvio a beber. Un relampago lejano nos despierta de algun mal sueño y el trueno nos hace entrar en otro, el "Bto" escupio antes de agarrar la botella. Tarde y el vendaval ya se venia, habria que refugiarse para no mojarse por fuera. Frio, tormentoso y perdido atardecer, tan frio como las manos de la muerte que tocan mi pecho, tan tormentoso como nuestras mentes desafiantes, tan perdido en estas tierras como el maldito encendedor que no encuentro ahora para fumar otro de los mismos. Y entonces el agua comenzo a caer, mojando a todos, chicos y chicas, buenos y malos, sin sentido de vida, en una vida sin sentido.

AMEN