Tan pequeño personaje, afín a sinfín de vidas, hasta el día de su muerte, no sólo comprende y engloba el proceso de envejecimiento del ser humano, sino que, como todo en la vida, es un producto consumible, como ahora me dispongo a verificar:
En aquellos iniciales tiempos en los que proliferaban los Chesterfield, Camel y demás personajes sin boquillas, Allá ellos, su vida es más corta, ya habitaban, decía, paleotabacos varios, cada uno haciéndose hueco para sobrevivir, tremenda paradoja, en este volátil universo de marcas; sofisticados Dunhill, Gauloises, Benson & Hedges y Gitane debían convivir, como aristócratas entre el vulgo, con burgueses simulados similares a Peter Stuyvesant, Piper, Montesol, Rex y demás artículos para entretener el tiempo que, ojo, nunca se pierde.
La burguesía, que no es tonta, dijo de crear ídolos para el susodicho vulgo que, trémulo él, anhelaba aires nuevos; ahí surgieron cuales popstars, joyas tamañas como el increíble Bisonte, el afable Krüger, el extraño 46, el amarillento aunque no cobarde Ideales, y clásicos populares con enjundia altanera, léase Bonanza, Espartaco, el insustituible Goya y su par, 3 Carabelas (mal llamado calaveras), refrendado sempiternamente por el ilustre Celtas.
En cada familia y cada pueblo, habitan y coexisten perlas negras y almanjáyares(*), que surgen de la mano de desaprensivos lozanos, sin duda alguna, que tiran la piedra y no sólo esconden la mano, sino que cruzan las aguas buscando asilo cual Lázaro. A qué me refiero, Vamos, alegre lector, a estas alturas es usted el que debía rematar el relato: Rumbo, Elixir, la policromática Susie y el simpático Coronas, nefastos todos ellos tanto o más que Sancho Gracia en Curro Jiménez, con perdón de la analogía y que dios me acoja en su gloria, que yo aún fumo, eso sí, Marlboro de paquete blando.
Toda historia tiene anécdota: Si ya el negro Peninsular quebró un sinfín de vidas, dejemos el Condal para el final: Era catalán, largo y malo.
Moraleja: En un país donde se conocen estas marcas, sólo queda saludar a condales y peninsulares. Fin.
(*) Almanjáyar: barrio peliagudo de Granada, Andalucia. |