Quise atrapar en una hoja de papel nuestra historia...

Comencé a escribir en ella pequeños y grandes momentos que vivimos juntos, anécdotas, experiencias que nos envolvían a los dos dentro de una misma historia… pero ha sido imposible capturar tantos instantes en un trozo de papel.
Mi memoria es un gigantesco álbum fotográfico, no solo de cosas vividas, sino de emociones y sentimientos…

Empecé por el día en que nos conocimos dentro de un aula y entraste primero en mi mirada y poco a poco fuiste colándote hasta lo más profundo de mi corazón,
sin encontrar a pesar de tantos años, la salida, y te has colocado como el huésped más agradable en él y así mismo de mi vida entera…
Aunque viviendo en él hayas causado un poco de desorden y desperfectos en algúnos momentos, te has dado el lujo de pintar sus paredes con los colores mas agradables, de poner en él los muebles mas cómodos para una estancia satisfactoria, te has dado el lujo de salir a dar una vuelta pero siempre dejando una notita que dice “vuelvo enseguida, prometo no tardarme, solo quise salir a distraerme un poco, pero amenazo con volver” y aunque todas esas veces marchaste sin tus objetos personales, algunas veces me hiciste sentir la angustia de no volverte a tener conmigo… también te diste algunas veces el gusto de rayar las paredes enfadado, y taladrando un poco, instalaste algunos clavitos por ahí golpeándote a ti mismo con el martillo del orgullo provocando dolorcito en mi por los agujeros que hacías y en tus delgados dedos que terminaban hinchados… pero no importaba, por que el dolor se colaba por esos agujeros e inundaba todo este cuerpecito mío de un cariño muy grande hacia ti que aún no ha cesado de crecer…

Quise plasmar en una hoja lo maravilloso que has sido tu para mi, un poco sobre los bellos regalos que Dios me ha dado con tu compañía, cariño y sinceridad, quise plasmar un poco de lo mucho que has dejado entre mis manos y entre mi alma que crece cada vez que te tengo enfrente o charlamos por un teléfono, cada vez que me abrazas o que me dices lo mucho que me quieres…

Quise dibujar la felicidad que le has dado tu a mi vida desde hace casi 10 años, traté de hacerlo con trazos largos, otros cortos, con lápices de distintos colores, pero cuando terminé quedé insatisfecha por que descubrí que el amor que yo te tengo no se puede ni describir, ni representar con letras, líneas o dibujos…
Que el sentimiento que yo guardo dentro de mi y para ti es algo que llena aún cuando tú no puedes estar a mi lado por que hemos crecido y cada quien por su lado tiene que recorrer su propio camino y entender que el destino nos ha separado un poco físicamente aunque espiritualmente sigamos unidos y no hay necesidad de esforzarnos por entender por que siendo tan queridos el uno por el otro, tan comprendidos, tan complementados , nunca pudimos estar juntos como dos enamorados pero si como los mejores amigos…
Y sentir en mi pecho el cariño mas grande, la necesidad mas inmensa, por tenerte a mi lado y nunca alejarnos y debo confesarte que me da miedo que llegue un día en que definitivamente tengamos que separarnos, pero tengo fe en que eso nunca sucederá…

Extrañas sensaciones, pero limpias y puras son las que han predominado en nuestras vidas… por ejemplo al estar juntos yo me siento en plenitud y quisiera que el tiempo no avanzara, y cuando llega el momento de despedirnos, lo hacemos con una mirada profunda que quisiera expresar sin palabras la falta que me harás después de 5 minutos de dejarnos, nos regalamos un suave y sincero beso en las mejillas , un abrazo calido y lleno de paz y decimos nos vemos pronto… y no han transcurrido los 5 minutos cuando ya siento el deseo de volver a verte, conversar y de que me abraces como solo tú sabes abrazarme, sin morbo ni malas intenciones… quitándome miedos y fantasmas de encima…
Hay mucha gente que no ha querido o podido entender nunca que esta relación y el sentimiento que nos une es el más pulcro y las telarañas rezagadas en su mente no las deja comprender que esta es y será una amistad y una hermandad confeccionada por Dios y para siempre… telarañas y polvo en sus mentes que no los dejan comprender que la amistad entre un hombre y una mujer es real y existe por que simplemente son dos corazones que se aman y se tejen al compás de los latidos que te hacen caminar por la vida bautizados conjuntamente con el gran nombre de amistad
Un nombre muy usado y gastado por la gente que trivialmente llama a sus conocidos “amigos” cuando no se han dado la oportunidad de sentir ni se han logrado ganar un sentimiento como el nuestro…
Le dan la función de sustantivo, pero no hay en ellos la alegría que yo tengo al verte de nuevo, no existe en ellos la felicidad al saber que te está yendo bien, ni la tristeza al saber que algo te duele y que tu dolor se convierte en mi propio dolor cuando se que las cosas no pasan como quisieras… no sienten la angustia que yo siento cuando pasan días sin verte, ni poderme comunicar por distintas razones y la duda me quiebra el alma por no saber como estás… no sienten la paz que siento yo cuando después de unos días escucho tu voz diciéndome que estás bien y el decirme que me quieres o el responder cuando yo te lo digo… con un yo también.

Imposible escribir en una o mil hojas de papel lo mucho que te amo y te necesito amigo mío, lo mucho que significas en mi vida y lo importante que eres desde hace mucho tiempo para mi…
Pretendo resumirte mis sentimientos en cuatro sencillas palabras cada vez que hablamos o nos vemos, cuatro sencillas palabras que me encanta decirte... "Te quiero mucho Flakito"