“… lo bello… hace soñar a la vez –pero de manera confusa- de voluptuosidad y de tristeza; que arrastra una idea de melancolía, de lasitud y hasta de saciedad –o una idea contraria, esto es, un ardor, un deseo de vivir asociado a un reflujo de amargura, como proveniente de la privación o la desesperanza. El misterio, el pesar, son también características de lo bello.”
Charles Baudelaire

“¿Cuál es el estado en el que llamamos bella a una cosa? Quizás sea aquel en el que recordamos que nos hace felices.”
Friedrich Nietszche


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Sobrecogedora emociona tu belleza desnuda
Sus contornos delinean un paisaje sublime
Encandila cegadora, acosa la conciencia
Y turba el suelo donde enraíza la sabiduría

Despierta secretas percepciones desconocidas
Se hace gas, aura, idea, sensación abstracta
Y se desprende de su dueña dejándose secuestrar
Los ojos, el alma y las manos engullen pura beldad

Llena y abraza desde adentro de uno mismo
Con clarividente y dulce perspicacia
Se siente uno iluminado y en gracia
Ante la inusitada presencia de algo divino

Una sonrisa con mirada de bestia enamorada
Se va esculpiendo imperceptible en mi rostro
Pero al mismo tiempo quiere negarse al deleite
De sentirse atrapado por el cebo y su anzuelo
Amarga exquisitez de gozo plural y adictivo
Se intuye una desgracia detrás de tanto misterio

Musa en si misma se queda solitaria
Opacando en densa niebla plateada
Todo lo que no es ella o la luna y nos rodea
Belleza blanda que hiere sutil y agradable
Mientras se admira y come de ella

Crece la herida que abre en la memoria
Lesión que no cicatriza ni cauteriza
Sangra placeres y entusiasmos mana
Que fluyen dando vida a refulgentes alegrías
La certeza se hace evidente imperio
Dejando atrás y olvidado lo desconcertante