Me embriaga la ausencia y
mi vida vela tu nombre.
Respiran aún tus sueños en los míos.
La realidad trasciende el vacío.
Una lágrima cae
y mi voz transmuta en gemido.
Nada ha cambiado...
No hay un pozo en mi desierto.
Y mis ojos sin luz;
y mis labios resecos.
Es evidente que no estás
y ese hueco suicida el sentimiento.
La noche invita a la esperanza
pero no hay nadie.
Sin embargo presiento tu mirada
en este amor escatológico.
No hay epitafio que no repita tu nombre.
No hay oscuridad que mimetice tu sombra.
Aún en la distancia
anclas en el puerto de mi alma.
Y en la muerte lo que el tiempo no corroe
es simplemente vida que no calla.
Te amo, y más allá del recuerdo
se que mi aliento suspira en tu boca
y la cruz revive en tu pecho la plegaria.
Porque eres respuesta a este amor trascendido;
porque estás en el silencio que revela la nostalgia..
Aunque el cielo sea el refugio de tus deseos
y el cortejo asesine la quimera
se que más allá de la muerte
lo que el tiempo no corroe
es simplemente vida que no calla.
Texto agregado el 06-06-2006, y leído por 571
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Una belleza... ni una palabra más. Supongo que la muerte está detrás de todo esto, pero el amor va más allá... Te felicito por tu trabajo!! ***** Laura =) MariaL
06-06-2006
tus sueños en los míos...La noche invita a la esperanza...anclas en el puerto de mi alma...mi voz transmuta en gemido.*****
monica-escritora-erotica