Introducción al Capitulo II
De Los Jinetes del Eternauta
¿Dónde están las mariposas?
Europa tiene unas trescientas ochenta especies de mariposas, de las que aproximadamente una tercera parte son exclusivas de ese continente.
Un informe publicado en el periódico The European indica que “casi todas (...) han disminuido drásticamente y varias están al borde de la extinción” Entre los países afectados se cuentan, Alemania, Suiza, El Reino Unido y los Países Bajos.
¿Cuál es la causa?
Un aumento en la producción agrícola, fomentada particularmente por el crecimiento de la Comunidad Europea, ha conducido a una destrucción de los hábitats naturales. Y la situación se ha visto agravada por la arada de los prados, la desecación de las marismas, el extenso uso de pesticidas, la destrucción de setos y la praticultura deficiente.
Año 1990 The European publicado en marzo 1991y en Febrero del 92 en ¡Despertad!
Capitulo II
Viejos Hogares
Pensé en mis viejos hogares.
Mejor dicho las viviendas en las que viví. El hogar lo hace uno con su presencia.
Y yo, ¿cuánto hacía que faltaba de los míos?
¿Me encontraría con otro Germinal?
. Yo un deambúlante físico y emotivo, mi alma de Bepo(*) cuando en vísperas de la invasión, por lo menos de mi mundo platicaba con él.
Sabía por unos Manos rebeldes, que en otros mundos los contábamos como compañeros en la resistencia y
(*)Bepo Ghezzí, linyera trotamundo en el real Tandil,
no en los de la novela.
logrado por algunos científicos anularles la glándula del terror, que al revelarse les paraliza las funciones vitales, impregnándole el cuerpo con el veneno mortal donde la piel se les hace cenizas desprendiéndoseles. Estos rebeldes, después de desmayarlos en un ataque les era posible aplicar el antídoto, de algunos de esos Manos obtuvimos información que la escalada invasora sucedía cada 20 años terrestres. ¿Cuál invasión seria esta? ¿En que año estaríamos? ¿Qué mundo sería este?
Es más, los cronomasters, por accidente o producido por Los Ellos.
Exactamente no lo sabíamos.
Lo cierto que estaban bloqueados como ya aclaré anteriormente. Por deducciones, que esperábamos más o menos acertadas oscilaríamos entre los años 2.011 y 2.025.
¿Pero, cuantos viajes hicimos nosotros?
¿Entraríamos en cada dimensión correlativamente o primero a una posterior y luego a otra anterior?
Para colmo de males las naves transportadoras no eran similares a la en la que viajara El Eternauta.
Hasta ahora, a todos los Tandil que llegábamos, había llegado la invasión de Los Ellos con su fuerza de choque, Manos, Mefistos, Gurbos, Cascarudos u otros soldados o animales, según las necesidades o disponibilidad. Es más, en muchos Tandil invadían para luego controlar el lugar con avenidos esbirros, o cipayos que los ayudaban en gobernar.
¡Vaya ironía, para esto no necesitábamos una invasión desde el espacio!
Salvo, en uno, en el que el Germinal que encontré, dudando mucho y pensando en alguna jugarreta a lo Tinelli, sabiendo que me apasionaba la ciencia-ficción, a duras penas ambos cedimos y comprobamos que no era una burda broma al relatarle algunos hechos, él se asombro y me manifestó:
__¡Diablos! Lo que me relatas es lo que yo estoy escribiendo en mi novela que esta bajo llave y a nadie le comente.
Nos preguntamos
¿Telepatía cósmica, galáctica, extrasensoria de espacio y tiempo?
No supimos respondernos. Pero algo nos asombro más, lo que escribíamos como fantasías, algunas eran realidad en el mundo del otro. Caso importante que omití u olvide y debo rectificarme, en ese mundo no había invasión o todavía no habían sido invadidos. Sí, una dimensión conocimos donde los Ellos no asentaron su imperio.
Le pregunte como era la situación socio política.
Me relato que en su país luego de una dictadura a mediados de 1980 se volvió a la democracia, pero con los vicios de corrupción, mafias y otras yerbas que la dictadura tenía bien guardadas y en secreto como las urnas para votar.
La peor época estaba resultando esa, la de la década del 90. Ahí supimos que los cronomasters se movían de acuerdo a la época en que se construyeron, y que no necesariamente coincidía con el tiempo del Tandil que visitáramos.
Algo sabíamos por datos sueltos que rescatáramos de las consolas de mando y las PC, por decir así de las naves cronomasters. Sí, cuesta quizás aceptarlo pero Los Manos disponían de datos para no invadir una dimensión, pues las dictaduras o frágiles pseudo democracias destruirían el país en lugar de Los Ellos y así, solo el esperar, les ahorraba cuantiosos gastos de invasión.
A los alienígenas solo les bastaría con aterrizar en sus naves y agradeciendo por los servicios prestados, usufructuar de los bienes del país.
Realmente, no era necesaria una usurpación cósmica para ello. No, muchos países potencias hacían eso.
A que iba a atormentar a mi doble de la tragedia que se avecinaba para ellos.
No quise decirle que en tres o cuatro Argentinas, había sucedido eso y luego, LOS ELLOS.
Interrumpí mis pensamientos, mientras me acercaba a la primera vivienda que yo en mi mundo habitara en Tandil. Calle Sarmiento al 100.
La vivienda estaba desabitada sucia y gastada por el paso del tiempo y la invasión, dado que casas cercanas se hallaban destruidas por el ataque extraterreno.
En los alrededores se observaba la situación adversa en la poca gente del lugar, que en andrajos revolvían restos de escombros como para conseguir algo. Note que todos los pocos vecinos me miraban con recelo.
Lo que era el Club Gimnasia y Esgrima, estaba totalmente destruido. Los escombros impedían por su destrucción saber si era un club, edificio de departamentos u otra cosa, tal fue el ataque que soporto.
Entre en la casa un mono-ambiente. Los restos que encontré nada tenía que ver con cosas que tuviéramos mi esposa y yo.
Recordé y me dije:
__¡Claro, de acá nos mudamos a Avellaneda al 200 frente al parque. Después a Belgrano al 1000.
__¡Ja, ja, ja!__Reí__ Que derrotero patriótico tuvo nuestro amor. Siempre viviendo en calles que recordaban a próceres.
Cuando llegue al que en mi mundo fuera mi segundo hogar en Tandil.
La impresión, atenazo mi pecho.
Si bien las casas de la manzana habían soportado el ataque bélico de los invasores, en ese sector no, la destrucción era menor.
Pero, si ese era mi mundo ¿Dónde estaría la que es mi amada esposa?
¿Dónde los vecinos conocidos? Y si no era mi mundo ¿Qué le estaría sucediendo a mi esposa en el nuestro?
Ambos aceptamos el sacrificio de la separación por la posible libertad de todos.
Comprendí el sufrimiento de Juan Salvo, El Eternauta, pensando en su familia y la cruel separación a la que los obligaron los Ellos.
Pensé en mis hijos y nietos de mí anterior matrimonio.
Elisa, Nancy, Pablo, Alejandra, allá en Francisco Álvarez, Partido de Moreno. Y en Lujan.
Mis nietos, El Beto, Curly y Julieta la hermanita menor de ellos, hijos de Elisa, Sole y su hermanita, la pequeña Marcia, los de Nancy y por ultimo los de Pablo, Lautaro y Juan Manuel.
¿Si este no era mí mundo, ni mi país original, ellos existirían en esta dimensión como socias de aquellos?
En uno de los mundos dimensiónales, mi doble Germinal había muerto.
Menudo susto les di a los tandilenses de ese mundo paralelo.
Nunca supe si el miedo fue por creer ver a un muerto o por tener que soportar tan “locuaz” vecino y amigo.
Al momento de esta ironía conmigo mismo, decidí nuevamente interrumpir mis recuerdos, opte por animarme he ir al que podía ser mi tercer hogar. Pude observar, desde la Plaza Moreno, en la cima del parque EL Castillo Morisco, en los últimos tiempos antes de la invasión era una confitería. Estaba casi intacto y observe en su terraza hombres vigilando.
¿Un reducto de la resistencia? ¿Un cuartel invasor con hombres autómatas o los híbridos Zarpos?
Lo mejor era avisarles a Martita y El Bocha
Rodee parte de la manzana
Mis recuerdos hicieron nuevamente presa de mí y me pregunte ¿Qué seria de Germán Vázquez, el amigo leal y que tantas veces se jugara por el arte? Siempre fue uno de los mejores cocineros de comida internacional que poseía Tandil.
Mientras iba por la plaza me sobresalte y un indecible terror se apodero de mi.
Casi atropello un Manos.
Instintivamente lleve mi mano diestra hacía la cartuchera de mi 45.
El invasor alzo sus manos de muchísimos dedos a la altura de su cabeza.
__¡Paz! ¡Paz!, Germinal. ¿No me reconoces?
Soy Karjud. Voy al cuartel de la cima.
__¡Ah, perdona! __Mentí__ No te reconocí. Iba pensando cosas.
__¿Hacía donde vas?.
__Hacia mi casa de Belgrano.
__¿A seguir buscando escritos tuyos?
__¡Eh! Sí, sí, claro. Eso.
__¿Dejaste alguna orden para mí?
_¡Eh! No, creo que no.
__Bueno, bueno. Seguro tu lugarteniente El Tigre lo sabrá. Nunca sales, sin dejarle ordenes.
__¿Lugarteniente? ¿Tigre?
__Sí, terráqueo, El Bocha. Siempre dices que lo conociste en El tigre, navegando entre sus islas.
__Sí, sí. Chau, hasta luego.
__Jurdan loch, Germinal.
__¿Jurdan qué?
__Jurdan loch. Hasta luego en mi lengua.
¿Qué te sucede, hiciste algún viaje en el cronomaster y aun no te has repuesto?.
__Sí, sí. Perdona, chau..
__Chau, Germinal. Menudo susto me diste. Menos mal que ustedes eliminaron el veneno que Los Ellos colocaran en mí y que nos mata en situaciones de miedo.
¡Diablos! Ese no era mi Tandil ¡Ja! Y en este, Germinal era jefe de la resistencia dándole ordenes al Bocha. Además también poseían algunos Cronomaster para viajar en mundos paralelos.
¿O era yo y no lo recordaba? Decidí seguir mi camino, mientras Karjud, El Manos, subía la cuesta del parque.
Me dirigí hacia la otra plaza 25 de Mayo, lugar donde podía estar el departamento que habitara yo o el otro Germinal.
Vi los vidrios rotos de la vidriera de Remis Tía.
También observe la vieja camioneta de Marcelo, estacionada cerca del cordón, a la altura del departamento de un vecino belicoso. ¡Bah! ¿Uno? En todas las cuadras suele haber más de uno, creyendo que pueden llevarse el mundo por delante.
.
__¡Ja,ja,ja!__ Reí.__ Todavía existe esa camioneta ¡Estará hecha de rieles del ferrocarril!
Entre por el largo pasillo deseando, o que tal vez todo era una pesadilla.
Pero, el Manos aliado ya me había puesto al tanto.
Llegue a la puerta de entrada al living, desde ahí observe el jardín con el césped bien cuidado y cortado.
No cabía duda este Germinal, no podía ser yo. En medio de la lucha se hacía de tiempo para cuidar el jardín, y yo, siempre despistado para esas cosas.
Los perros, igual a los míos me ladraban, pero, no alegres, recelosos. Ellos percibían bien. El Germinal que veían, no era su amo. Esto confirmo, quitándome las dudas, que no era mi hogar de origen.
Di un par de golpes a la puerta.
Abrieron.
__ ¡Vos! Siempre haciendo bromas. Pasa.
__Te veo desmejorado. Una semana allá arriba y estas como más fofo.
¿Quién era esa mujer? No se parecía en nada a mi esposa.
__¿No era que te correspondía todo el día estar en el Fuerte Independencia II?
Pensé rápido—La ciudad estaba más en manos de rebeldes de la resistencia terráquea que de los invasores ¿Qué había sucedido en este Tandil__ y respondí:
__Vine a buscar algunos de mis escritos.
__ ¿Tus escritos? ¿Qué escritos?
__Mis cuentos.
__¡Ah! Ahora les llamas cuentos a tus planos de ataques y defensas ¿Qué te sucede? No recuerdas que los llevo tu amiga Mabel, Jefe de las Mujeres Guerreras.
... ¡Mabel, jefe de las Mujeres Guerreras!
Algo se estremeció dentro de mí. Yo estaba solo en ese Tandil, sin saber que suerte corriera mi esposa en el nuestro, tras un ataque sorpresivo. Muchos huyeron sin saberse su paradero.
Yo en ese momento me hallaba en Buenos Aires, específicamente en la Capital Federal.
¿Sería Mabel de este mundo. O del mío o quizá, otra Mabel, no socias de mí esposa?
Tomando conciencia en que demoraba mi respuesta, dije:
__No, bromeaba__respondí__ Vine por algo de ropa.
__Recién termine de planchar. Sobre la cama hay suficiente.
Vi humear la plancha a carbón sobre el posa de metal de la tabla de planchar. Ahí no había luz eléctrica. ¿Por lo de siempre? Los viejos equipos que la Usina se resistía a renovar o ¿por causa de la invasión?
Solo tome de la pila un par de camisas y un pantalón.
__¿Solo eso llevas?¿No trajiste las otras?¿Quién te presto esas que llevas puestas?
__Sí, por hoy es suficiente. Algunas de las otras están sin uso.
Estas me las presto un amigo después de una incursión donde me caí en el barro
Y presuroso dije: __ Hasta luego.__para evitar comprometerme por ser descubierto.
__¿Cómo no te despedís como siempre?
__Sí, claro.
Me volví y le di un beso en el rostro.
Salí y al cerrar la puerta escuche:
__Sí que estas raro hoy. Me debes una nalgada.
Caminando por el pasillo, sonreí.
En algo nos parecíamos con el Germinal de esta dimensión.
Pensé en los viejos hogares de mi niñez y en los que visitara en los distintos mundos. Casi todos destruidos, por los exocogitantes Ellos, o por los diferentes gobiernos de turno similar a los invasores.
Y vino a mí memoria los distintos Germinales, independientes unos de otros, pero, algunos con vida casi similares.
Percibí como nos apegamos a los lugares que nos dan cobijo. En ellos quedan historias, invisibles, adheridas a sus paredes.
La desaparición de viviendas es como secarse o pulverizarse. Es el desaparecer de partes de nuestras raíces.
En uno de esos mundos, todas las que habitara de uno de mis socias u otro yo dimensional, estaban destruidas no quedando ladrillo sobre ladrillo.
Comprendí a ese solitario Germinal de uno de esos mundos, ni familia le quedaba, se había suicidado. Ya ni raíces de lugares tenía.
Todos se asombraron era un escritor y técnico en computación, programador y creador de sistemas de éxito tanto como sus escritos de ficción.
Ese Germinal ya estaba muerto antes del suicidio.
Fue muriendo de apoco, lo estaba matando el borrar lo que fueran sus referencias.
Ya estaba invadido por la incomprensión y la intolerancia, antes de que llegara la invasión fuera de nuestra galaxia.
En todos nuestros viajes como Jinetes de los cronomasters, de ahí el nombre que nos dieran. Éramos Los Jinetes de Juan Salvo, El Eternauta, habíamos visto tanta guerra destrucción y desolación que creo que fuimos presa de la indiferencia, insensibles a todo.
Eso producen las guerras, una abulia titiritera, movimientos sin alma. Solo la del titiritero malévolo que mueve sus hilos.
Como la del invasor arrastrándonos en la contienda a una más rápida destrucción, ayudándolos en su cometido. ¿... Y qué de nuestra propia auto invasión?
Tanto lo uno como lo otro producía esa abulia o enajenación de destruir con odio aun hasta nuestra propia existencia.
Sí, solo eso es el fin de las guerras. Menos mal que siempre hay quienes se detienen en la marcha, sabiendo lo nefasto que es lo que se esta llevando acabo.
Me desconecte de mis pensamientos al llegar a la plaza central. El acampar de mis amigos me obligaba a la realidad.
Entre las carpas y edificios que ocuparan vi bastante gente que no pertenecía a Los Herejes, como nos nombraban las huestes conquistadoras del espacio.
Puse al tanto al Bocha y Marta de lo del fuerte en el parque.
__Ya supimos algo,__comento la joven__ por los habitantes del lugar. Algunos dudaron por ser dobles de sus lideres Marta y Bocha. Ahora están más confiados Cuando te vean a vos no lo podrán creer.
__Sí, __respondí__ sé algo de eso yo también.
Me disponía a comer algo cuando llegaron a la carrera tres adolescentes. Gritaban con todas las fuerzas de sus pulmones jóvenes.
__¡Los Traidores!
__¡Vienen Los Vendidos!
__¿Quiénes son ellos?
Pregunto El Bocha.
__Son terráqueos aliados a los invasores. Simple carroña mercenaria.
Respondió un anciano.
Pensé en lo horrible que es la supervivencia. Aun más en guerra
Alrededor de las bocacalles observe que Marta y El Bocha fueron previsores.
Gral. Rodríguez Y Pinto, Belgrano y Rodríguez, Fuerte Independencia y Belgrano, Chacabuco y Belgrano Pinto y Chacabuco, Pinto e Irigoyen, todas estaban vigiladas y con parapetos de todo tipo.
Por Belgrano en la empinada subida del 900 venían estrafalarios coches, motos y camiones.
Armados y completados con infinidad de partes de otros medios de movilización.
__¡Los Traidores!__Grito una mujer señalando hacía el lugar.
__¡Los Vendidos!__ Aviso con un alarido de temor, otra__ Vienen por Fuerte Independencia.
Nos aprestamos a la lucha.
Me resigne. En todas las épocas hubo traidores y vendidos al mejor postor.
Mientras sacaba mi fusil láser, me pregunte:__Si en todas las épocas hubo de ellos.¿No vendrá del espacio exterior también algo bueno? No puede estar solo habitados por malvados.
Para mí despertaban más respeto los hombres robot, controlados por Los Manos que esos humanos con solo principios tan viles.
Los dominados Manos eran la prueba.
Destruirnos entre buenos, fue siempre el mejor negocio de cualquier invasor.
¡Buenos!
¿Quién es totalmente bueno o malo?
He visto tantas veces al asesino acariciar con amor a los que quiere.
Mis disquisiciones mentales, fueron interrumpidas por la cruel metralla asesina y la gritería infernal de los invasores terráqueos. Me hizo notar que el peligro estaba próximo.
Demasiado próximo.
Siempre fue así. La traición, como la lealtad, siempre mora muy cerca de nosotros. Hasta nos saludamos con ellas sin saberlo.
Ver esas figuras oscuras en el atardecer rojo- negro con el dorado sol en el poniente, armados a la espera de un ataque.
No me molestaban los escombros materiales del lugar, si no los del alma, que alejaba al hombre de un posible atardecer donde predominara lo humano de intencionalidad pacifista no-violenta y no la imagen que inundaba mis retinas.
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